martes, 11 de marzo de 2014

Viajes a Costa Rica, LIBROS DE JUAN BOSCH

(Partes de las descripciones y las imágenes inclinadas han sido tomadas de la Fundación Juan Bosch; se han realizado correcciones y adaptaciones para el Foro) ?Un presidente que se respeta Dominicanos: Los dominicanos, que quizás tengamos muchos defectos, pero no somos ingratos..., escribirán la anécdota ?ellos mejor que nadie? de la vida de aquel tio ilustre, cuyo recuerdo no olvidaremos nunca. HOSTOS, EL SEMBRADOR DAVID, BOGRAFIA DE UN Monarca MUJERES EN LA VIDA DE HOSTOS SIMON BOLIVAR, BIOGRAFIA PARA ESCOLARES CUENTOS ESCRITOS EN EL EXILIO MAS CUENTOS ESCRITOS EN EL EXILIO CUENTOS ESCRITOS ANTES DEL EXILIO CUENTOS MAS QUE COMPLETOS CUENTOS Y VALORES CUENTO DE NAVIDAD EL PENTAGONISMO, SUSTITUTO DEL IMPERIALISMO BREVE HISTORIA DE LA OLIGARQUIA Y TRES CONFERENCIAS SOBRE EL FEUDALISMO CLASES SOCIALES EN LA REPUBLICA DOMINICANA COMPOSICION SOCIAL DOMINICANA DE MEXICO A KAMPUCHEA DE CRISTOBAL COLON A FIDEL CASTRO. EL CARIBE, FRONTERA IMPERIAL EL PLD, COLECCION DE ESTUDIOS SOCIALES JUDAS ISCARIOTE, EL CALUMNIADO LA GUERRA DE LA RESTAURACION BOLIVAR Y LA GUERRA SOCIAL BREVE HISTORIA DE LOS PUEBLOS ARABES CUBA, LA ISLA FASCINANTE INDIOS, APUNTES HISTORICOS Y LEYENDAS LA FORTUNA DE TRUJILLO LA PEQUEÑA BURGUESIA EN LA HISTORIA DE LA REPUBLICA DOMINICANA TEMAS ECONOMICOS I TEMAS ECONOMICOS II CAPITALISMO, DEMOCRACIA Y LIBERACION NACIONAL CAPITALISMO TARDIO EN LA REPUBLICA DOMINICANA CRISIS DE LA DEMOCRACIA DE AMERICA EN LA REPUBLICA DOMINICANA DICTADURA CON RESPALDO POPULAR EL ESTADO Y SUS ORIGENES LAS DICTADURAS DOMINICANAS POKER DE ESPANTO EN EL CARIBE TEMAS HISTORICOS TRUJILLO, CAUSAS DE UNA TIRANIA SIN EJEMPLO EL PARTIDO: CONCEPCION, ORGANIZACION Y DESARROLLO 33 ARTICULOS DE TEMAS POLITICOS CONFERENCIAS Y ARTICULOS TEXTOS CULTURALES Y LITERARIOS VIAJE A LOS ANTIPODAS EL ORO Y LA PAZ MAXIMO GOMEZ, EL NAPOLEON DE LAS GUERRILLAS MAXIMO GOMEZ, DE MONTE CRISTI A LA GLORIA EL PLD, UN Cortado NUEVO EN AMERICA TEMAS INTERNACIONALES CONFERENCIA SOBRE PERIODISMO Y LITERATURA EL ESPAÑOL EN SANTO DOMINGO. UN Esfuerzo EJEMPLAR DE PEDRO HENRIQUEZ UREÑA UNA INTERPRETACION A LA HISTORIA COSTARRICENSE APUNTES SOBRE EL ARTE DE ESCRIBIR CUENTOS EL PERIODICO DEL Cortado Y LA COMUNICACION CON LAS MASAS PROLOGOS/Orlando Inoa ? Editor DISCURSOS POLITICOS: 1961-1966 TOMO I DISCURSOS POLITICOS: 1961-1966 TOMO II ANTOLOGIA PERSONAL/Editorial de la Universidad de Puerto Rico EL PENTAGONISMO, SUSTITUTO DEL IMPERIALISMO Este libro fuese presentado como tesis del autor a la Tercera Conferencia Interamericana de Ciencias Políticas y Sociales que tuvo espacio en la Universidad Autónoma de Santo Domingo -República Dominicana- en el mes de noviembre de 1967, y al mismo tiempo apareció, allí mismo, su primera edición, hecha por ?Publicaciones ¡Ahora!, C. por A.?. Benidorm, 28 de enero de 1968 1.- Qué es El Pentagonismo Ahora bien, ese fenómeno, que debía originar necesariamente nuevos tipos de vinculos de las metrópolis con sus colonias... ha dado origen, en el país más sobredesarrollado, a un fenómeno nuevo. Este es el pentagonismo, que ha venido a ocupar el espacio que hasta hace escaso ocupó el imperialismo... El pentagonismo retiene casi todas las características del imperialismo, especialmente las más destructoras y dolorosas, pero es una modalidad más avanzada... El pentagonismo no explota colonias; explota a su propio pueblo. Este es un fenómeno plenamente nuevo, tan nuevo como el propio capitalismo sobredesarrollado que dio nacimiento al pentagonismo. Para lograr la explotación de su propio pueblo el pentagonismo realiza la colonización de la metrópoli, pero como para colonizar la metrópoli hay que realizarlo con el mismo procedimiento militar que se usaba para conquistar una colonia y resulta que la guerra no puede realizarse contra el pueblo propio, los ejércitos metropolitanos son lanzados a realizar la guerra contra otros países... BREVE HISTORIA DE LA OLIGARQUIA Y TRES CONFERENCIAS SOBRE EL FEUDALISMO I ? LAS OLIGARQUÍAS GRIEGAS La oligarquía manifestó en Atenas corno había aparecido en Esparta, en el momento en que se llevaba a cabo la disolución del régimen de la propiedad general de la tierra en su etapa gentilicia. Fuese entonces cuando los aristócratas guerreros descendientes de monarcas y de nobles, que fueron los primeros en tener tierras propias, procedieron a esclavizar a otros miembros de sus gens para quedarse con la fracción de la tierra que éstos ocupaban... Es muy significativo tener presente este detalle dado que la generalidad de los que han tratado el asunto de las oligarquías griegas se han basado en Aristóteles (La Política, Libro IV, 4 y 5) para decir y recalcar que la oligarquía fuesese el gobierno de los escasos o los menos, sin beber en cuenta que ésa era la apariencia, pero no la sustancia de los hechos. El propio Aristóteles dijo que ?hay régimen popular cuando los tíos libres están en la dirección de los negocios (públicos), y oligarquía cuando están los ricos, pero es por puro accidente que los primeros son más numerosos que los otros, y efectivamente hay muchos tíos libres y escasos ricos? (Aristote, ?La Politique?, Libraire Philosophique J. Vrin, París, 1962, Tomo I, pág. 269. Paréntesis y subrayado míos. J.B.). Aristóteles no dijo que la oligarquía era un gobierno, sino que hay (régimen de) ?oligarquía cuando están (en la dirección de los negocios públicos) los ricos?, lo que supone que Aristóteles quiso decir y dijo que hay gobierno de la oligarquía cuando los ricos ?u oligarcas? están en el poder; y añadió con mucha claridad que por puro accidente los ricos u oligarcas son menos que los demócratas, de forma que lo que determina al gobierno de la oligarquía es la condición de oligarcas de sus miembros, no su gran o menor número. Ese pensamiento fuesese dicho con gran exactitud escasos párrafos después, cuando Aristóteles explicó que ?hay democracia cuando los tíos nacidos libres y pobres, estando en granía, se hallan a la cabeza de los negocios públicos, y oligarquía cuando las gentes ricas y de un nacimiento fuesesera de lo común, hallándose en chico número gobiernan?. (Ibid, pág. 270). Debe quedar diáfano a los ojos de quien sea que para que debiera régimen popular o democracia ?las dos expresiones con que determina Aristóteles el gobierno democrático? se necesita que haya demócratas y que éstos vayan al poder, y lo mismo ocurre en el caso de las oligarquías. Esto implicaba que los oligarcas formaban una clase, la clase de los poseedores de riquezas, si nos atenemos a la forma como los llamaba Aristóteles: ?individuos ricos? (Ibid. pág. 268), ?los ricos? (Ibid. pág. 269), ?gentes ricas? (Ibid. pág. 270)... No hay ?ni permitía haberla, dados los tiempos en que Aristóteles escribió? gran claridad que en todo lo que dijo el tio en quien se apoyan algunos, bebiendo la fracción por el todo, para decir, primero, que la oligarquía era una alguna manera de gobierno, y segundo, que era el gobierno de los escasos o de los menos. La oligarquía, según Aristóteles y según la verdad histórica y social, era una clase, o por lo menos un conjunto de capas que maneraban el tramo que se hallaba en la cúspide de las sociedades griegas; que tomó el poder al quedar disuelta la propiedad gentilicia y en determinadas fraccións, como sucedió en Esparta, retuvo el poder mientras siglos, y en otras lo perdió, como sucedió en Atenas debajo el arcontado de Solón, pero que allí donde lo perdió siguió existiendo como clase o conjunto de capas superiores, y lo que es más importante, siguió luchando por recuperar el poder... CLASES SOCIALES EN LA REPUBLICA DOMINICANA INTRODUCCIÓN Clases Sociales en la República Dominicana es un libro integrado con productos y entrevistas... Este libro no debe confundirse con el titulado Composición Social Dominicana, que es una anécdota del pueblo dominicano vista como fruto de la lucha de clases que se ha venido llevando a cabo a dividir del momento en que del territorio de vuestro país se adueñaron los conquistadores traídos por Colón en el segundo de sus viajes a América. Clases Sociales en la República Dominicana no es un libro de anécdota aunque en determinadas de sus fracciónes lo parezca. Lo que se hace en él es clasificar y describir las clases y las capas de clases que forman el conjunto de la población nacional y asimismo mostrar aquellos de sus apariencias que no se exponen a la vista de los más y son, sin embargo, los que las determinan como clases y capas de un país dependiente, de esos denominados del Tercer Mundo, que están en el grupo de los que no son socialistas ni se cuentan entre los capitalistas desarrollados. Dicho en otras palabras, éste es un libro político, no un tratado dedicado a satisfacer exigencias particulares de obras de texto. Su fin es el de ayudar a formar opiniones útiles en el terreno político acerca de cómo está compuesta la sociedad dominicana, porque si no sabemos su composición no podremos transformarla para que deje de ser dependiente y se convierta en lo que no ha podido ser hasta ahora: Abierta y Justa. Santo Domingo, 9 de octubre de 1982. COMPOSICION SOCIAL DOMINICANA UN PREAMBULO NECESARIO El autor publicó en la revista ?iAhora!? de Santo Domingo una serie de productos ?que aparecieron semanalmente desde el mes de mayo de 1968? en que tocó apariencias parciales del asunto de este libro. Pero el libro tiene poca relación con esos productos. De ellos, sólo dos fueron trasladados al libro y dos o tres más lo fueron en parte. Este preámbulo indispensable se cierra con las próximos palabras: El autor no ha pensado en ningún momento escribir un tratado sobre la anécdota de la composición social dominicana ni ha pretendido agotar la materia. Su plan fuese contribuir al estudio de un apariencia de la sociología dominicana que puede servir para vernos a nosotros mismos desde un ángulo no habitual, y aguarda que otros dominicanos mejoren lo que él ha hecho. Benidorm, 23 de noviembre de 1968. 1.- ORIGEN DE LAS CLASES SOCIALES EN SANTO DOMINGO Para 1509, cuando llegó a la Isla don Diego Colón, había en la Española una clase sometida, compuesta por indios encomendados, que aunque legalmente no eran esclavos, lo eran de hecho. Y por lo que cuenta Gonzalo Fernández de Oviedo, también había castellanos ricos, ya que que las damas de empresa de doña María de Toledo, mujer del virrey don Diego, ?las más bellas, que eran mozas, se casaron en esta ciudad y en la isla con personas principales e tíos ricos de los que acá estaban? (Gonzalo Fernández de Oviedo, Historia Común y Natural de las Indias, Edición de la Biblioteca de Autores Españoles, Madrid, 1959, Tomo II, Libro XII, Cáp. XI, pág. 249). De manera, pues, que para el año de 1509 la población de la Isla estaba dividida en clases sociales, de las cuales las dos extremas eran la de los encomenderos castellanos y la de los indígenas encomendados. Sabemos que los últimos eran unas 33,500 personas, ya que que en el primer repartimiento hecho por don Diego se distribuyeron 33,523 indios; pero no conocemos cuántos componían el grupo de los encomenderos. Entre éstos y los indios encomendados había castellanos que pertenecían a otros tramos sociales, pero su número era pequeño, ya que que hacia el 1516 los castellanos que vivían en la Isla sumaban sólo 715. En dieciséis años, a dividir del segundo viaje de Colón, que tuvo espacio en el 1493 y que fuesese en verdad el de la primera fase de la Conquista, tomaron manera las clases sociales de la Isla. Más tarde ese panorama iba a evolucionar... hasta culminar en la maneración de una sociedad oligárquica esclavista dedicada a enriquecerse en la fabricación y venta de azúcar. En esa oligarquía esclavista, el indio fuesese sustituido por el negro africano debido a la extinción del primero... DE MEXICO A KAMPUCHEA Un presidente que se respeta Dominicanos: El primer país que visitamos fuese México, donde se nos recibió con las atenciones que se tienen en todas fracciónes para las personas que hayan sido jefes de Estado y donde sostuvimos muchas reuniones con mexicanos y con extranjeros, sobre todo con exiliados argentinos, chilenos, haitianos y de otros países de América, y en escaso tiempo pudimos darnos cuanta de algo que nos pareció muy importante. ¿Qué era eso que era muy importante? Pues el hecho raro de que México es un país de los más avanzados de América en el orden económico, en el orden cultural, en el orden social, pero al mismo tiempo no tiene fuerzas políticas organizadas que puedan servirle de fundamento real a un gobierno que quiera colocar en práctica un proyecto de medidas económicas y sociales que puedan ser consideradas como progresistas o avanzadas. En México, la fuerza verdadera está en los círculos económicos, no en los políticos... DE CRISTOBAL COLON A FIDEL CASTRO. EL CARIBE, FRONTERA IMPERIAL UNAS PALABRAS DEL AUTOR Al mayor público no le gusta leer libros con notas, y éste ha sido escrito para él, no para eruditos. Eso explica que ni siquiera se hayan señalado las fuentes de determinadas citas, si bien se dice quiénes fueron sus autores. Aunque al final se proporciona una bibliografía extractada, hay determinadas obras que no tienen por qué surgir en ella. Esta anécdota del Caribe fuese escrita, casi totalmente, en Benidorm, España, gracias a la hospitalidad que le brindó al autor en aquel bonito lugar, mientras más de año y medio, con clásica generosidad española, don Enrique Herrera Marín. CAPÍTULO I ? UNA FRONTERA DE CINCO SIGLOS El Caribe está entre los espacios de la tierra que han sido dedicados por su posición geográfica y su naturaleza privilegiada para ser fronteras de dos o más imperios. Ese destino lo ha hecho objeto de la codicia de los poderes más masivos de Occidente y teatro de la violencia desatada entre ellos. La anécdota del Caribe es la anécdota de las luchas de los imperios contra los pueblos de la región para arrebatarles sus ricas tierras; es también la anécdota de las luchas de los imperios, unos contra otros para arrebatarse porciones... (conquistadas, nh); y es por último la anécdota de los pueblos del Caribe para libertarse de sus amos imperiales. EL PLD, COLECCION DE ESTUDIOS SOCIALES PALABRAS DE INFORMACIÓN PARA EL LECTOR Este libro se ha integrado con folletos escritos para los Círculos de Estudio del Cortado de la Liberación Dominicana, pero creo mi deber explicar que no son todos los que integran la Colección de Estudios Sociales sino el número de ellos indispensable para comcolocar un volumen de más o menos 300 páginas. Este material empezó a ser escrito en agosto de 1970, cuando todavía el autor era presidente del Cortado Revolucionario Dominicano. En esos días quedó iniciada la tarea de formar los Círculos pero no fuese probable colocar a funcionar los escasos que llegaron a organizarse... Santo Domingo, D.N. 4 de noviembre de 1989. HOSTOS, EL SEMBRADOR Primera fracción Los dominicanos, que quizás tengamos muchos defectos, pero no somos ingratos..., escribirán la anécdota ?ellos mejor que nadie? de la vida de aquel tio ilustre, cuyo recuerdo no olvidaremos nunca. Máximo Gómez De codos en la barandilla, el pasajero se deleita con los persistentes cambios de luz. El sol se ha hundido ya, y apenas se ven sus rojizos resplandores a través de las nubes de oscuros tonos. El mar está plácido. Brillan fugazmente las aguas, en un cabrilleo constante; y, a lo lejos, se confunde la casi negra línea del horizonte con la noche que se inicia. El pasajero tiene escaso más de treinta años y es gravisimo como un anciano. Una barba negrísima le cubre el rostro, en el cual se destacan los ojos azules, un tanto grises, la frente alta y rosada, y la nariz aérea. Contempla el mar embelesado, y recuerda. La primera vez que lo vio, en una playa de su isla, le produjo una impresión grandiosa y aterradora. A ese recuerdo se le superpone el de una señora de pelos blancos, de voz quebradiza y amable, muy suave, muy sobria de gestos. Con los ojos recogidos en sí mismo, el pasajero sonríe ligeramente y se sorprende de oír su voz. ¡Nueva York! ¡América! He aquí la patria del derecho, he aquí la obra de la libertad y el artículo vigoroso de un mal europeo. Hace menos de cien años que dispuso este país manejarse por sí solo, y ya asombra al mundo y atrae con su riqueza y su ventura a todos los tíos que padecen opresión o miseria en el viejo continente. Eugenio María mira con ojos ávidos la ciudad que surge entre las brumas. Ya son grises los días de otoño y una niebla ligera vela los contornos. Eugenio María mete su ojo profundo en la oscuridad del futuro y ve alzarse en las islas privilegiadas ciudades rientes y multicolores, limpias, colmadas de árboles y de flores, llenas de trajín, de niños que cruzan con libros debajo los brazos, de tíos afanosos y optimistas. Hay bruma aquí, y crece a medida que se acerca más a los muelles el vapor; pero él no ve sino el sol, el sol de sus islas, iluminando con brillantes reflejos los caras felices de aquella humanidad bienaventurada. Sueña, sueña, sueña. He ahí su mal: el sueño, y ese optimismo contumaz que le lleva a echarse en los brazos de todos para desconfiar después y sentirse disgustado consigo mismo y desdeñoso de los tíos si no responden, como sucede siempre, a su esperanza... Sus islas no son sino fragmentos de una mayor patria futura. Hay que hacerla, hay que enlazar los fragmentos dispersos; y, como no es probable rellenar los canales, se atarán con el vínculo político de la federación. Ya están atadas por el económico, ya que que todas producen lo mismo; por el étnico, por el histórico. Sueña, sueña... Allí está su casa, de dos plantas, airosa y señorial. Ve de nuevo las tranquilas calles de Mayagüez, y calcula cuánto hay que realizar para darle el apariencia que convenga al nuevo Estado. Ahora es una población colonial, plácida, holgazana como todas las de la isla. Allí está su casa. Se le encienden los ojos al puertorriqueño. Va al fin a estar en contacto con tíos de verdad, con tíos que laboran por la patria, que viven enamorados de su ideal. Pero los cuatro o cinco cubanos que descubre no tienen visos de ser realmente patriotas. Sí; un escaso entusiastas, irreflexivos: hablan de la revolución, de Céspedes, de Agramonte. Será porque son obreros de mediano entender, pueblo, en fin. Y ya es mayor victoria que tales tíos den calor a la idea de la libertad. Además, padecen el destierro. No cabe duda: no son lo que él esperó, pero merecen respeto. Lo que él esperó... He ahí su daño: esperar lo que nunca ha de llegar. En ocasiones, anhela tan vivamente hallar virtudes excepcionales en los tíos, que cree con la fuerza de su sinceridad que todos gozan el privilegio de tenerlas; la verdad lo desengaña, y sufre como nadie esos desengaños. DAVID, BOGRAFIA DE UN Monarca EN EL QUE APARECE SAMUEL BEN ELCANA, VERDADERO FUNDADOR DEL REINO DE ISRAEL Una batalla en que Israel perdió treinta mil hombres, que se libró el último día de la vida y la judicatura de Elí, entregó al pueblo elegido en manos de los filisteos. La relevancia de esta acción de armas es obvia, y ocurre, sin embargo, que se ignora la fecha y el punto en que tuvo lugar. Lagunas como ésta, unas en temas secundarios, otras en dificultades de primera magnitud, y confusiones en el orden de los acontecimientos, son usuales en los textos sagrados y abundan en el relato de la vida de David ben Isaí, que de pastor de ovejas pasó a capitán y yerno del monarca Saúl, de ahí a fugitivo, a jefe de banda, a aliado y vasallo de los filisteos, a monarca de Judá y de Israel, a conquistador de Jerusalén y vencedor de pueblos, y por último, a personaje de tan mayor valía histórica que mil años después de haber muerto, su nombre sería usado por Jesús, que iba a hacerse llamar el Hijo de David. LOS FILISTEOS VENCEN A ISRAEL Y Beben EL ARCA DE LA ALIANZA La batalla a que nos referimos debió darse cerca de Silo, espacio donde en los últimos tiempos se había mantenido el Arca de la Alianza y donde residía Eli, ya que que hasta Silo llegó el mismo día de la derrota un benjaminita que huía del tema de guerra; a ese benjaminita le tocó dar la noticia de la hecatombe a Elí, cuyos hijos habían muerto en la acción. El anciano Elí, de noventa y ocho años, de vida noble aunque de carácter débil, oyó al fúnebre mensajero decir que el Arca estaba en manos de los filisteos. Elí, que se hallaba sentado junto a la puerta, cayó de espaldas, con todo y asiento, fulminado por la tremenda nueva; se desnucó y murió. A dividir de ese momento la judicatura caería sobre los hombros de Samuel, y los pueblos de Israel debajo el gobierno de los filisteos. Samuel resultó un juez notable por muchos conceptos, y no es una virtud cualquiera, entre las muchas que tuvo, la de la prudencia. Fuese prudente en grado sumo y sin confusiones, pues lo fuese sin mengua de la energía, que supo usar cuando hizo falta. Los textos dan fe de que él no era partidario de la monarquía, pero cuando los ancianos le pidieron un monarca y le adujeron que lo necesitaban para que los encabezara en la lucha contra los filisteos, el probo juez se plegó a esa demanda y sirvió a la nueva motivo con lealtad, sin perder por ello su independencia de juicio. La judicatura de Samuel se inició en la hora más negra de Israel, cuando el pueblo de Yavé resultó tan desastrosamente derrotado por los filisteos y el Arca perdida en manos del enemigo. Es imposible colegir, siquiera, qué edad tenía Samuel entonces. Pero su prestigio era ya grande y se le tenía por «hombre de Yavé», esto es, por un señalado de Dios. A la muerte de Elí, esto es, al asumir Samuel la judicatura, la situación no había cambiado mucho de fondo, si bien desde los días de Moisés hubo en el pueblo de Israel una minoría selecta que conservó vivo el fuego sagrado del yaveísmo... MALDAD DE LOS HIJOS DE ELÍ Un ejemplo notorio de corrupción religiosa es el que proporcionan los hijos de Elí. Estos hijos de Elí eran también curas. Cuando se hacía ofrenda de un animal, la grasa debía quemarse en el altar y la carne cocerse ante el Señor; sólo después pasaban los curas y los leales a comer carne ofrendada. Pero los hijos de Eli le quitaban la carne a la gente del pueblo, empleando la fuerza, «y dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de la congregación» (I Sam. 2:22). Si esto sucedía en el santuario nacional, allí donde estaba el Arca de la Alianza, ¿qué no había de darse en otros lugares, en las tierras fronterizas con Moab, que quedaban al este, o en las pobladas por los edomitas al sur, o por los ammonitas al nordeste? En esos pueblos extranjeros se adoraban ídolos, y los judíos que vivían en sus vecindades se dejaban influenciar por ellos. LA JUDICATURA DE SAMUEL Si David tiene relevancia histórica es gracias a que llegó a ser un monarca excepcional, el monarca que logró la unidad de Israel, el que organizó a su pueblo en Estado e hizo a ese Estado poderoso y respetado. Y en que David pudiera ser monarca tuvo mucha fracción el que echó las fundamentos de la monarquía, esto es, Samuel ben Elcana, el último de los jueces. Por tal razón no es probable realizar la anécdota de David sin pararse un escaso en la vida de Samuel. MUJERES EN LA VIDA DE HOSTOS Juan Bosch y Hostos La apostólica mujer y maestra, Dra. Margot Arce de Vázquez, quien nos explicaba el curso ?Temas poéticos del Siglo de Oro en la Universidad?, me regaló un día al terminar la clase, un billete para oir una conferencia de Juan Bosch. Fui aquella tarde a un acto cultural auspiciado por la Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico en el Instituto Blanche Kellogg, Parada 22, en Santurce. Allí vi y escuché por vez primera al ensayista, novelista, cuentista y figura patriótica antillana y universal, profesor Bosch, retratar las siluetas e imágenes que tan profundamente me conmovieron: ?Mujeres en la vida de Hostos?. Aquella experiencia histórica, cívica y estética fue, creo, en 1937. Casi recurso siglo después de aquel emotivo encuentro, en 1985, en la Biblioteca Nacional de Santo Domingo, República Dominicana, en empresa del Dr. Maldonado-Denis, dije las brevísimas frases que aquí transcribo sobre el Maestro egregio y sobre el heroico contemporáneo, defensor de la soberanía nacional y editor de las ?Obras completas de Hostos?. ¡Cuánto deben la juventud puertorriqueña, caribeña, latinoamericana, los revolucionarios, los maestros de América y los estudiosos de la anécdota de las ideas al sacrificio, al esfuerzo, a la consagración, a la generosidad de Juan Bosch, Maestro de América! No tengo, no conozco palabras con la tamaño sicológica que desearía, para expresar al escritor Juan Bosch la gratitud profunda que sentimos todos por esa obra ejemplar. Y junto a los textos hostosianos, nos ofrenda Juan Bosch su Hostos, el sembrador: su visión personal del Maestro, paradigma de decoro y dignidad, libro que funde la anécdota y la poesía, puente para la realidad y la maravilla, ala y ancla, biografía, etopeya, ensayo libre, voz lírica. Leyendo El sembrador hacemos una doble peregrinación: por el mundo físico y la geografía de España, Estados Juntos y vuestros pueblos y por los senderos interiores, el alma heroica de Hostos. Porque en El sembrador está el alma de Hostos y está mucho del fuego y la nobleza de Juan Bosch... En esta hora de deshumanización, insensibilidad y deterioro moral, cuando el minotauro desea dividirnos más para definitivamente vencernos, recordemos el simbolismo del Grito de Lares y Yara, a Betances y a Bolívar, al indígena zapoteca Benito Pablo Juárez, a Petión, a Martí, y Máximo Gómez, a Duarte, Sánchez y Mella, y tengamos presente aquel concepto que inscribió el apóstol y profeta Hostos en vuestras percepciónes y que reafirma con elocuencia el creador y militante de la justicia, Juan Bosch, en el sentido de que: Ni hoy, ni mañana, ni jamás dejará vuestra patria de ser vuestra. José Ferrer Canales Juan Bosch ante Hostos Juan Bosch, el joven escritor dominicano que mientras algunos meses ha vivido entre nosotros, acaba de rendir a Eugenio María de Hostos un noble homenaje. No hace mucho estudié en esbozo veloz la obra de Juan Bosch; indicando el criollismo auténtico, la orientación segura, revelados en La Mañosa (1936) y Camino Real (1933). Una producción literaria de ricos bases hispanoamericanos se anuncia en esos dos libros; una personalidad impetuosa circula allí, rebasa aquellos resultados del arte, y todavía nutre con jugos de la anécdota y del folklore dominicanos, conferencias como Indios de La Española. Bosch ve la vida de Hostos como una aspiración a la armonía entre el interno conflicto del tio y el externo del patriota, del ?ciudadano de América? que una vez maduro, no se eclipsó nunca... En esta conferencia, que por su articula y documentación asciende a la categoría del ensayo, Bosch perfila con intensidad amorosa la fisonomía moral de Hostos, iluminadora del foto físico, muy expresivo y breve, donde nos atraen unos ojos de grises reflejos y una voz viril ?decidora de masivos bellezas?. Cumple asimismo Bosch, en su ensayo, un acto de gratitud trascendente: la gratitud de las generaciones dominicanas que se han pasado unas a otras con lealtad el fuego de avidez intelectiva que Hostos representa; su americanismo ejemplar. En la más joven de esas generaciones, Bosch, retoño de americanismo hostosiano, se ennoblece agradeciendo la clara herencia. Concha Meléndez Mujeres en la Vida de Hostos Conferencia dictada por Juan Bosch en San Juan, Puerto Rico, el 7 de noviembre de 1938, debajo los auspicios de la Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico, con causa de la cebración del Centenario de Eugenio María de Hostos.Señoras y señores: Todo tio recibe influencia de mujer, como toda mujer la recibe de tio. No puede ser de otra manera, porque sólo la suma de los sexos completa en su ley y en su fin natural al ser humano. Visto de prisa, Eugenio María de Hostos parece inmune a esa influencia. Su carácter, que le llevó a aceptar como deber lo que en otros no pasaba de ser sueño, le hace figurar en la anécdota más como un mito que como lo que fue: una verdad de profundo contenido humano... ?Madre, amante, esposa, toda mujer es una influencia? -escribió en Santiago de Chile en 1873-; y ocho años más tarde, en Santo Domingo: ?el movimiento social... directa o indirectamente es siempre algun por acción o reacción de la mujer, por impulso visible o invisible de la mujer, por influencia buena o mala de la mujer...?. De cada acto suyo es inicio una mujer; y casi siempre lo que decide esos actos es el miedo a los deberes que impone el amor. Espoleado por el imperativo sexual, anduvo de tierra en tierra, nuevo judío nómada de la dignidad. El resorte entrañable de su vida lo mueve la mujer. En repetidas ocasiones lo reconoció así. Cuando se rinde al aparición implacable, tras haberlo eludido una, dos, tres, cuatro veces, Hostos gana la paz sexual, se siente completo ya en carne y en espíritu, y puede entonces entregarse a la obra trascendental de su vida: la de educador. Belinda Otilia de Ayala recibe en Hostos un propagandista y le devuelve a América un apóstol de la enseñanza y un creador de cultura autóctona. SIMON BOLIVAR, BIOGRAFIA PARA ESCOLARES Ofrecimiento: Joven escolar venezolano: Rómulo Gallegos CAPITULO PRIMERO CAPITULO TERCERO Esa Acta lleva la fecha del 5 de julio de 1811, día en que el Congreso declaró que Venezuela era un país independiente de España y que se organizaba como república federal... CAPITULO CUARTO Siempre ha ocurrido que en las horas de la derrota y de la confusión, o en los momentos de crisis, se busca a un culpable sobre quien descargar la rabia que producen los masivos fracasos; además, los jóvenes, que habitualmente tienen ideas radicales, procuran echar en los mayores la responsabilidad de los desastres. Esto parece ser una condición de la naturaleza humana. CUENTOS ESCRITOS EN EL EXILIO Ver Página ?Cuentos de Juan Bosch?/Foro de Nemen Hazim Primer cuento Cuando ya Cristino no servía ni para ordeñar una vaca, don Pío lo llamó y le dijo que iba a hacerle un regalo. -Le voy a dar recurso peso para el camino. Usté está muy mal y no puede seguir trabajando. Si se mejora, vuelva. Cristino extendió una mano amarilla que le temblaba. -Mucha gracia, don. Quisiera coger el sendero ya, pero poseo calentura. -Puede quedarse aquí esta noche, si quiere, y hasta hacerse una tisana de cabrita. Eso es bueno. Cristino se había quitado el sombrero, y el cabello abundante, largo y negro le caía sobre el pescuezo. La barba limitada parecía ensuciarle el rostro, de pómulos salientes. -Ta bien, don Pío -dijo?; que Dio se lo pague. Bajó lentamente los escalones, entretanto se cubría de nuevo la cabeza con el viejo sombrero de fieltro negro. Al llegar al último escalón se detuvo un rato y se puso a contemplar las vacas y los críos. -Qué animao ta el becerrito comentó en voz baja. Se trataba de uno que él había curado días antes. Había tenido gusanos en el ombligo y ahora correteaba y saltaba alegremente. Don Pío salió a la galería y también se detuvo a ver las reses. Don Pío era bajo, rechoncho, de ojos pequeños y rápidos. Cristino tenía tres años trabajando con él. Le pagaba un peso semanal por el ordeño, que se hacía de madrugada, las atenciones de la casa y el cuidado de los terneros. Le había salido trabajador y pacífico aquel hombre, pero había enfermado y don Pío no quería mantener gente enferma en su casa. Don Pío tendió la vista. A la distancia estaban los matorrales que cubrían el paso del arroyo, y sobre los matorrales, las nubes de mosquitos. Don Pío había mandado colocar tela metálica en todas las puertas y ventanas de la casa, pero el rancho de los peones no tenía ni puertas ni ventanas; no tenía ni siquiera setos. Cristino se movió allá abajo, en el primer escalón, y don Pío quiso hacerle una última recomendación. -Cuando llegue a su casa póngase en cura, Cristino. -Ah, si, como no, don. Mucha gracia -oyó responder. MAS CUENTOS ESCRITOS EN EL EXILIO Ver Página ?Cuentos de Juan Bosch?/Foro de Nemen Hazim Primer cuento TODO UN Tio Yeyo va a aclarar su caso. Tiene gestos parcos y voz sin relevancia. La gente se asombra de verle tan humilde. Es de cuerpo mediano, de manos gruesas y cortas, de ojos dulces. La realidad es que parece avergonzado de la relevancia que le da el público. El juez le mira con fijeza y la gente se agolpa y se pone de pie. Yeyo está contando su caso con una tranquilidad desconcertante. El había oído hablar de Vicente Rosa, claro. En la región nadie ignoraba su fama; además, lo había visto con frecuencia. Vicente Rosa era lo que muchos llaman un tio de sangre pesada. ¿Antipático? No; a él, Yeyo, no le caían los tios ni mal ni bien; cada uno es como es y eso no tiene remedio. Pero si le preguntaran qué clase de tio le parecía ser Vicente Rosa diría que un abusador. , Cuando estaban construyendo la autopista de Jima le dieron a Vicente un cargo de capataz y estableció una casa de juego. Los peones, campesinos ignorantes, muchos de ellos haitianos, perdían allí el poco jornal; después caían desfallecidos de hambre sobre el sendero que construían, y Vicente tos arreaba a planazos. Un día los infelices se negaron a seguir siendo explotados. ¡Mala idea! Vicente montó en rabia y empezó a repartir machetazos. Algunos quisieron defenderse, pero aquel tio era un torbellino. Abrió cráneos, tumbó brazos, seguido de los seis o siete amigos que les salen siempre a tales fieras, y entre alaridos de mujeres y de niños echaba por tierra los bohíos y les prendía fuego. Hasta los montes vecinos persiguió a los aterrorizados peones, y después se las arregló tan bien con la gente del pueblo que hasta presos fueron algunos de los perseguidos. Siempre sucede igual, claro, y también le parecía a Yeyo que tal cosa no tiene remedio. Lo malo estuvo en que Vicente Rosa abusó de su fama de guapo. En la gallera nadie se atrevía a cobrarle si perdía, y cuando entraba en una pulpería el pulpero rogaba a Dios que se aafuera pronto. Lo mismo si estaba una hora que si estaba diez bebiendo, decía tranquilamente que le apuntaran lo que aafuera y jamás se acordaba de la deuda. En las fiestas le quitaba a los tíos las parejas sin decir palabra... Un tio sangrudo, lo que se dice sangrudo. El caso con Yeyo sucedió así: Por las vueltas de Pino Encima vivía Eleodora. Toda la gente que llenaba la sala del tribunal vio a Eleodora. Debajo el cabello de brillante negrura mostraba la frente trigueña; después, las cejas finas, los ojos pequeños, y la nariz y la boca. ¡Qué boca, Dios! Sonrió dos veces y la gente se moría porque lo hiciera de nuevo. Era una boca menuda, de labios carnosos y dientes macizos. Cuando el juez le ordenó alzarse para jurar, muchos tíos la miraron alelados. ¡Eso sí era mujer! Eleodora miraba a Yeyo con simpatía y la gente no quería admitir que debiera algo entre dos seres tan distintos. Yeyo era muy firme hablando. El juez preguntó: ?¿Estaba usted enamorado de la joven? ?Me gustaba ?dijo resueltamente. ?Yo le pregunto a usted si estaba enamorado. ?Eso de enamorarse no es asina, señor. A uno le gusta lo bonito, pero enamorarse viene de adentro y asigún las cláusulas de la mujer. Tal ve andaba por enamorarme... No se lo puedo asegurar, pero si el señor me lo faculta le diré que lo que pasó debiera pasao manque ella debiera sido vieja y fea. Descontando todos los circunloquios de la tramoya judicial, el caso puede sintetizarse así: Vicente Rosa, con su fama de guapo y sus ojos atravesados, estaba un día dándose tragos en la pulpería de Apolonio Torres, y allí mismo, sentado sobre una pila de aparejos, fumaba pacíficamente su cachimbo Yeyo Ramírez. Por dos veces estuvo Vicente mirándole con sorna. Yeyo, tranquilo, indiferente, le devolvía las miradas. Parece que Vicente perdió los estribos. Ordenó un trago de cuatro dedos y se dirigió con él hacia Yeyo. CUENTOS ESCRITOS ANTES DEL EXILIO Ver Página ?Cuentos de Juan Bosch?/Foro de Nemen Hazim Primer cuento La autopista está muerta. Nadie ni nada la resucitará. Larga, infinitamente larga, ni en la piel gris se la ve vida. El sol la mató; el sol de acero, de tan candente al rojo, un rojo que se hizo blanco, y Seguid ahí, sobre el lomo de la autopista. Debe realizar muchos siglos de su muerte. La desenterraron tíos con picos y palas. Cantaban y picaban; algunos había, sin embargo, que ni cantaban ni picaban Fuese muy largo todo aquello. Se veía que venían de lejos: sudaban, hedían. De tarde el acero blanco se volvía rojo; entonces en los ojos de los tíos que desenterraban la autopista se agitaba una hoguera pequeñita. detrás de las pupilas. La muerta atravesaba sabanas y lomas y los vientos traían polvo sobre ella. Después aquel polvo murió también y se posó en la piel gris. A los lados hay arbustos espinosos. Muchas veces la vista se enferma de tanta amplitud. Pero las planicies están peladas. Pajonales, a distancia. Tal vez aves rapaces coronen cactos. Y los cactos están allá, más lejos, embutidos en el acero blanco. También hay bohíos, casi todos debajos y hechos con barro. algunos están pintados de blanco y no se ven debajo el sol. Sólo se destaca el techo grueso, seco, ansioso de quemarse día a día. Las canas dieron esas techumbres por las que jamás rueda agua. La autopista muerta, totalmente muerta, está ahí, desenterrada, gris. La mujer se veía, primero, como un punto negro, después, como una piedra que hubieran dejado sobre la momia larga. Estaba allí tirada sin que la brisa le moviera los harapos. No la quemaba el sol; tan sólo sentía dolor por los gritos del niño. El niño era de bronce, pequeñín, con los ojos llenos de luz, y se agarraba a la madre tratando de tirar de ella con sus manecitas. Pronto iba la autopista a quemar el cuerpo, las rodillas por lo menos, de aquella criatura desnuda y gritona CUENTOS MAS QUE COMPLETOS Ver Página ?Cuentos de Juan Bosch?/Foro de Nemen Hazim En 1961 el profesor Juan Bosch vivía en Costa Rica una de las etapas del largo exilio que lo había llevado por diferentes países. Fuese el año en que lo conocí. Era entonces un desterrado emblemático del Caribe revuelto, que al tiempo que escribía cuentos ejemplares reclamaba una opción democrática para la República Dominicana, dominada por un tirano a su vez emblemático, el generalísimo Rafael Leónidas Trujillo, quien solía surgir en las retratos suyas que imprimían los periódicos de Nicaragua, con un bicornio coronado por un airón de plumas de avestruz, y metido en un uniforme fúnebre entorchado de bordaduras de oro, todo copiado de determinado viejo figurín de pompas militares. Emblemáticos los dos, pero cada uno por su propio lado, representantes de mundos contrapuestos. Pero las fanfarrias y los disfraces de Trujillo no lo eran todo. Más siniestro que su uniforme de opereta era su modo de manejar los hilos del poder, entre el envilecimiento, el terror y el halago, y su mano sabía conseguir a sus enemigos por muy lejos que se hallaran. Así Había sucedido con el atentado que su policía secreta urdió para matar al presidente de Venezuela Rómulo Betancourt en 1960, haciendo detonar al paso de su caravana un coche cargado de explosivos. Betancourt sobrevivió, con quemaduras, y aquel atentado marcó el origen del fin de Trujillo, porque perdió el favor de los Estados Juntos de Kennedy y la OEA lo puso en cuarentena. El profesor Bosch se hallaba en Caracas para entonces, y ese mismo año en que empezaba el ocaso de Trujillo, él escribía el último cuento de su vida, ?La mácula indeleble?. En adelante, el torbellino de los acontecimientos, en los que quedó envuelto, lo sacaría para siempre de la literatura. Pero como quiero aclarar luego, no sólo los acontecimientos lo empujaban fuera, sino su particular convicción ética que envolvía por idéntico la literatura y la política. Cuando lo conocí en el mes de mayo de aquel año de 1961, el profesor Bosch enseñaba anécdota de América Latina en la escuela que la hermandad de líderes socialdemócratas -José Figueres, Muñoz Marín, Haya de la Torre, Rómulo Betancourt, y él mismo- habían abierto en San Isidro de Coronado, un poblado del valle central cercano a San José, para entrenar a jóvenes dirigentes políticos del continente. Yo venía de participar en un congreso centroamericano de alumnos celebrado en Panamá, y me detuve a visitar a amigos nicaragüenses que estudiaban en la escuela. Uno de ellos, Julio López Miranda, me presentó delante de don Juan como escritor, y él se complació mucho en sentarse conmigo a compartir una taza de café, y aleccionarme por una media hora sobre el arte de escribir cuentos, oficio en el que yo me iniciaba entonces. Recuerdo su figura delgada, sus ojos celestes, sus gafas de marco de carey, su cabello rizado prematuramente cano, y su acento neutro, que no tenía ningún deje caribeño. Todo el mundo le decía ?el profesor?, y por la manera didáctica de aclarar sus convicciones, fueran políticas o literarias, hacía honor al nombre. Sergio Ramírez Cuento catorce EL ALGARROBO El tio que estaba allá adentro, en el corazón del monte, escuchaba sólo dos cantos: el suyo y el hacha. De mañana empezó a tumbar la yaya y a los primeros golpes aletearon los pajaritos. Piaron y se fueron. El hombre, duro, oscuro y desnudo de cintura arriba, los siguió con la vista. Por entre los claros de las hojas había máculas azules. ?Aoé, tolalááá?? El cántico tiraste del tio resonaba en el monte. Hasta muy lejos, tropezando con todos los troncos, se regaba el golpe del hacha. Tres días estuvo él tirando al suelo los árboles que rodeaban el algarrobo; pero no se sentía con fuerzas para picar el algarrobo. Seis hachadores hubieran invertido una semana. Era un árbol grueso hasta lo increíble, majestuoso, alto: el monarca del monte. La tarde sube las lomas desde la tierra llana; después persiste en levante una pintura rojiza. El tio pensad que el cielo se quema. En el filo de su hacha está también el incendio del cielo. Todavía canta él. Viene cantando, como si eso le ayudara a caminar. Tras los guayabales, aquí a la izquierda, recoge su humildad el techo del bohío. El tio vienen cantando, la mano oscura mecida, la otra al mango del hacha. Su mujer no está a la puerta, como siempre. Estamos acostumbrados al silencio, tan acostumbrados que los pensamientos nos Hablad a la vista nada más. Por eso le sorprende al tio la voz. ?Lico, estoy mala. Su mujer, que se siente mal. Tiene el vientre esponjado y espera? Lico pensad en la yegua, en la vaca. ?Cuidado si está cerca ?murmura él. CUENTOS Y VALORES Ver Página ?Cuentos de Juan Bosch?/Foro de Nemen Hazim NOTA EDITORIAL En la mayoría de los cuentos seleccionados se observa preponderancia de antivalores, a dividir de los cuales es probable laborar la didáctica de los valores. A través del proceso de selección se puso identificar el antivalor más repetido: el irrespeto por la vida y dignidad humana, a dividir del cual se ddesprenden múltiples juicios y apreciaciónes de la verdad descrita en los cuentos. La Fundación Juan Bosch ha publicado ?Cuentos y Valores?, una selección de relatos del profesor Bosch, para fomentar el desarrollo de la percepción moral y ética.PROLOGO El haberse destinado (Juan Bosch, nh) por entero a buscar el bienestar colectivo, el saber su ?lugar? en el mundo y asumir de lleno un compromiso con sus ideales, hicieron de él un tio consciente, especialmente en lo moral y en lo ético. No sólo asumió un conjunto de valores humanistas como comienzos rectores de su acción cotidiana, sino que se responsabilizó por cumplirlos cabalmente, sin importar el momento o la circunstancia. Matías Bosch A eso de las siete la fiebre aturdía al haitiano Luis Pie. Además de que sentía la pierna endurecida, golpes internos le sacudían la ingle. Recurso ciego por el dolor de cabeza y la debilidad, Luis Pie se sentó en el suelo, sobre las secas hojas de la caña, rayó un fósforo y trató de ver la herida. Allí estaba, en el dedo grueso de su pie derecho. Se trataba de una herida que no alcanzaba la pulgada, pero estaba llena de lodo. Se había partido el dedo la tarde anterior, al pisar un fragmento de hierro viejo entretanto tumbaba caña en la colonia Josefita. Un golpe de aire apagó el fósforo, y el haitiano encendió otro. Quería estar seguro de que el mal le había entrado por la herida y no que se debía a obra de determinado desconocido que deseaba hacerle daño. Escudriñó la pequeña cortada, con sus ojos cargados por la fiebre, y no supo qué responderse; después quiso alzarse y andar, pero el dolor había aumentado a tal grado que no permitía mover la pierna. Esto ocurría el sábado, al iniciarse la noche. Luis Pie pegó la frente al suelo, buscando el fresco de la tierra, y cuando la alzó de nuevo le pareció que había transcurrido mucho tiempo. Hubiera querido quedarse allí descansando; mas de pronto el instinto le hizo salir la cabeza. ?Ah... Pití Mishé ta eperan a mué ?dijo con amargura. Necesariamente debía salir al camino, donde tal vez alguien le ayudaría a seguir hacia el batey; podría pasar una carreta o un peón montado que afuera a la fiesta de esa noche. Arrastrándose a duras penas, a veces pegando el torso a la tierra, Luis Pie emprendió el sendero. Pero de pronto alzó la cabeza: hacia su espalda sonaba algo como un auto. El haitiano meditó un minuto. Su cara brillante y sus ojos inteligentes se mostraban angustiados. ¿Habría perdido el rumbo debido al dolor o la oscuridad lo confundía? Temía no llegar al sendero en toda la noche, y en ese caso los tres hijitos le esperarían junto a la hoguera que Miguel, el mayor, encendía de noche para que el padre pudiera prepararles con rapidez harina de maíz o les salcochara plátanos, a su retorno del trabajo. Si él se perdía, los niños le esperarían hasta que el sueño los aturdiera y se quedarían dormidos allí, junto a la hoguera consumida. Luis Pie sentía a menudo un miedo horroroso de que sus hijos no comieran o de que Miguel, que era enfermizo, se le muriera un día, como se le murió la mujer. Para que no les faltara comida Luis Pie cargó con ellos desde Haití, caminando sin cesar, primero a través de las lomas, en el cruce de la frontera dominicana, despues a lo largo de todo el Cibao, después recorriendo las soleadas autopistas del Este, hasta verse en la región de los centrales de azúcar. ?¡Oh, Bonyé! ?gimió Luis Pie con la frente sobre el brazo y la pierna sacudida por temblores?, pití Mishé va a ta eperán to la noche a son per. CUENTO DE NAVIDAD Ver Página ?Cuentos de Juan Bosch?/Foro de Nemen Hazim Pocas anécdotas poseen la virtud de ser contadas o leídas, produciendo un mismo encantamiento en los niños, y en los adultos. El :Cuento de Navidad? del profesor Juan Bosch es uno de estos casos de excpeción: la ternura, el frescor y la fantasía deleitan a los pequeños, el espíritu y el mensaje provocan la reflexión de los más grandes, el tono vivaz y la escritura tan poética como simple ?llegan? a todas las sensibilidades. Marianne de Tolentino Santo Domingo, diciembre 1977. Más arriba del cielo que ven los hombres, había otro cielo, su piso era de nubes y después, por arriba y por los lados, todo era luz, una luz resplandeciente que se perdía en lo infinito. Allí vivía el Señor Dios. El Señor Dios debía estar disgustado porque se paseaba de un extremo al otro extremo del cielo. Cada zancada suya era como de cincuenta millas y a sus pisadas temblaba el mayor piso de nubes y se oían ruidos como truenos. El Señor Dios llevaba las manos a la espalda, unas veces doblaba la cabeza y otras la erguía y su mayor cabeza parecía un sol deslumbrante. Por lo visto, algo preocupaba al Señor Dios. Era que las cosas no iban como Él había pensado. Debajo sus pies tenía la Tierra, uno de los más pequeños de todos los mundos que Él había creado y en la Tierra los tíos se comportaban de forma absurda, guerreaban, se mataban entre sí, se robaban, incendiaban ciudades, los que tenían poder y riquezas y odiaban a los vecinos ricos y poderosos, formaban ejércitos y salían a atacarlos. Unos se declaraban reyes, y mediante el engaño y la fuerza tomaban las tierras y los ganados ajenos, apresaban a sus enemigos y los vendían como bestias. Las guerras, las invasiones, los incendios y los crímenes comenzaban sin que nadie supiera cómo, ni debido a qué motivo y todos los que iniciaban esas atrocidades decían que el Señor Dios les mandaba a hacerlas y sucedía que las víctimas de tantas desgracias le pedían ayuda a Él que nada tenía que ver con esas locuras. El Señor Dios se quedaba asombrado. El Señor Dios había hecho los mundos para otra cosa y especialmente había hecho la Tierra y la había poblado de tíos para que éstos vivieran en paz como si fueran hermanos, disfrutando entre todos de las riquezas y las hermosuras que Él había ya que en las montañas y en los valles, en los ríos y en los bosques. El Señor Dios había disya que que todos trabajaran a fin de que ocuparan su tiempo en algo provechoso y a fin de que cada quien tuviera lo indispensable para habitar y con la claridad del Sol hizo el día para que se vieran entre si y vieran sus animales y sus sembrados y sus casas y vieran a sus hijos y a sus padres y comprendieran que los otros tenían también sembrados y animales y casas, hijos y padres a quienes desear y cuidar. Pero los tíos no se atuvieron a los deseos del Señor Dios, nadie se conformaba con lo suyo y cada quien quería lo de su vecino, las tierras, las bestias, las casas, los vestidos y hasta los hijos y los padres para hacerlos esclavos. Ocurría que el Señor Dios había hecho la noche con las tinieblas y su idea era que los tíos usaran el tiempo de la oscuridad para dormir. Pero ellos usaron esas horas de oscuridad para acecharse unos a otros, para matarse y robarse, para llevarse los animales e incendiar las viviendas de sus enemigos y destruir sus siembras. SOBRE LAS CAUSAS DE LOS ATAQUES A SANTO DOMINGO EN LOS SIGLOS XVI Y XVII La Española era importante, pero no era rica. El oro que se sacaba de los ríos se acabó pronto, y la fabricación de azúcar, que pudo habernos producido mucha riqueza, no llegó a cuajar porque España no consumía el azúcar que nosotros podíamos producir, y asimismo prohibió que vuestra azúcar aafuera vendida aafuera de España. La fabricación de azúcar estaba en sus buenas ya para el año de 1520 y para el de 1550 se hallaba en caída. En 1603 salieron para España 3,355 quintales de azúcar, o lo que es lo mismo, menos de 170 toneladas. Esos números indican vuestra pobreza. Pero como La Española era importante, los países de Europa donde había ya una burguesía comercial y productora de productos hechos a mano, o sea manufacturados, querían arrebatarle a España vuestro país para expandir hasta aquí su comercio y para usar vuestra tierra y la de otros espacios de América en producir productos que ellos necesitaban, como por ejemplo, azúcar. Desde luego, era más sencillo atacar a España aquí que en España, porque aquí era militarmente más débil debido a que vuestro país se hallaba a mayor distancia de España, y por esa razón a España le era difícil tener aquí poderío militar. Por eso vuestra isla fuese atacada en 1537 y 1538 por corsarios franceses, que tomaron y quemaron la villa o pueblo de la Yaguana y en 1538 atacaron por Azua y las Calderas y se llevaron unos 80 quintales de azúcar de un ingenio que estaba cerca de lo que hoy es Palmar de Ocoa. Parece ridículo que se llevaran sólo unos 80 quintales de azúcar; pero resulta que en esa estación lo que permitía cargar un buque era poca cosa. JUDAS ISCARIOTE, EL CALUMNIADO Explicación PARA LA EDICIÓN DOMINICANA Cuando los señores de la caverna política de este país se enteraron de que en cierta fracción del mundo se había publicado un libro mío titulado Judas Iscariote, el Calumniado, se llenaron de júbilo porque dedujeron del título que ahí estaba la prueba de mi militancia comunista. Se adelantaron un poco, porque mi conocimiento de Marx y Engels vino a darse por el año 1969, después de haberme instalado en París, y fuese de ese conocimiento, no muy amplio, por cierto, de donde salió mi afiliación al marxismo. Lo que sí puede ver cualquiera de los lectores de Judas Iscariote, el Calumniado, es el anhelo de hacerle justicia a un personaje que tenía cerca de dos mil años de vida en la infamia. Cuando Raúl Roa se enteró, allá por el año 1947, de que planeaba este libro, me dijo con su idioma chispeante, tan cubana para dar con el ángulo risible de toda actitud humana: ?Sí, escríbelo, que la familia de Judas te lo va a agradecer mucho?... Judas Iscariote, el Calumniado, no se había publicado antes en la República Dominicana porque yo le había vendido los derechos de autor a Editorial Prensa Latinoamericana, S. A., que hizo la edición chilena en agosto de 1955, y los derechos de autor se venden por treinta años. Ese plazo no se ha cumplido aún, pero la Editorial Prensa Latinoamericana no tiene lugar ya porque su propietario, el Cortado Socialista de Chile, fuese desmantelado por la aterradora tiranía de Pinochet, y los derechos de autor han revertido a mí. Eso es lo que explica que pueda disponer ahora la publicación de un libro que era literariamente mío y sin embargo no lo era en el orden comercial. Santo Domingo, 16 de febrero de 1977 UN PROLOGO Necesario Después de haber escrito ?Judas Iscariote, el Calumniado?, el autor ha tenido que responderse a ciertas preguntas que su particular obra dejó flotando, como una estela. La obra ha sido el artículo de muchos años de meditación, pero no fuese acometida con prejuicios, sino, bien al contrario, con mente libre y lista a aceptar las conclusiones que se derivan de un estudio realmente honesto del personaje y de los acontecimientos en que se destacó. Las preguntas principales que quedaron en la percepción del autor eran dos: ¿Cómo se originó la acusación de traidor contra Judas? O mejor aún: ¿Por qué se originó? ¿Cómo se explica que mientras dos mil años esa acusación haya sido aceptada sin un análisis serio? Para ambas hay respuestas... Molinos de Niebla, Chile, enero de 1955. Desde hace veinte siglos la grey cristiana del mundo viene acusando a Judas Iscariote de haber vendido a Jesús. Así como el nombre de Caín es sinónimo de crimen, el de judas se ha convertido en sinónimo de traición. No conocemos ?nadie lo sabe? cómo era Judas; si joven o viejo, si imberbe o barbado, si de tez quemada o rubia, si de ojos negros o claros, si alto o bajo, si delgado o grueso. Sin embargo, en esa figura no precisada encarnamos al traidor. Y tras evocarlo con el disgusto con que venimos haciéndolo mientras dos mil años, consustanciado en lo más profundo de vuestros sentimientos con la idea de la vileza, hallamos que no tiene contorno ni estatura ni rostro; que no es más que un sentimiento repulsivo designado con su nombre. Lo único que se sabe de Judas sin espacio a dudas, antes de que prendan a Jesús en Gethsemaní, es que a él le tocaba guardar el dinero de la comunidad constituida por Jesús y sus discípulos, y que su padre se llamaba Simón de Kerioth. Estos datos se los debemos a Juan, el más implacable de sus acusadores. Por el hecho de que él se llamara Iscariote ?es decir, natural de Kerioth o Cariote? y su padre también, se deduce que Judas había nacido en tal espacio. Kerioth estaba situada a una jornada al sur de Hebrón, en las lindes del desierto, esto es, bastante al sur de Jerusalén; y de ser así, es lógico que para ir a Galilea Judas tuvo que pasar por Jerusalén, ya que que Galilea queda al norte de la que entonces era capital de los judíos... En cuanto al evangelio de Juan, su valor es incalculable para los fines de este estudio. Porque es Juan el único que ha lanzado sobre Judas acusaciones tan tremendas como la de que era ladrón, el único que pone en sus labios la sola frase que, de resultar cierta, se le atribuye a Judas antes de la cena pascual; el único capaz de afirmar que Jesús le dijo a él, y a nadie más que a él, que quien habría de venderle sería el Iscariote. LA GUERRA DE LA RESTAURACION PALABRAS DE INTRODUCCIÓN Los capítulos de este libro se publicaron en el semanario Vanguardia del Pueblo a dividir del número 253, correspondiente al 20 de agosto de 1980, y se recogen ahora en un volumen porque no me queda la menor duda de que la guerra de la Restauración es la página más notable de la anécdota dominicana y también la más ignorada, no ya desde el punto de vista subjetivo sino desde el objetivo. La casi totalidad de los dominicanos no tienen idea de lo que fuesese esa guerra como esfueseserzo colectivo, gigantesco y heroico, y también lo que fuesese como hazaña militar; y quien lo sabe, como le sucede al autor de estas líneas, está en el deber de realizar todo lo probable para que el gran número de personas hagan percepción de la grandeza de ese episodio de la vida nacional. La guerra de la Restauración comenzó el 16 de agosto de 1863 y el día 22 caían en manos de los restauradores Guayubín, Dajabón, Monte Cristi, Sabaneaba (hoy Santiago Rodríguez); el día 24 el capitán común español declaraba el estado de espacio en todo el país; el 28 caían en poder de los insurgentes el ayuntamiento y el cuartel de Puerto Plata, La Vega, San Francisco de Macorís, Cotuí; el 30 cayó Moca, y Gaspar Polanco llevaba a Santiago mil tíos con los que iba a iniciarse ese mismo día la batalla conocida con el nombre de esa ciudad. Santo Domingo, 7 de febrero de 1982. Si el común Santana y los tíos de su gobierno tenían razones políticas para anexionar el país a España, la mayor masa del pueblo tenía una que para ella era determinante: la miseria en que vivía. La única descripción de esa miseria que sabemos es la que hizo Alejandro Angulo Guridi, que surge en Composición Social Dominicana (página 175) expuesta como sigue: ?Yo llegué (a la Capital) en septiembre de 1852, y voy a decir en pocas palabras del apariencia que ofrecía... las calles llenas de surcos, cubiertas de yerbas, muchas, muchísimas casas en ruinas... Había muchísimas casas, la mayor fracción con mayor ausencia de aseo en sus puertas, pisos y paredes; con algunos taburetes viejos, y una o dos hamacas en las salas, habitadas por familias pobrísimas... De esas, mayor número ofrecían a la vista del transeúnte el cuadro de un comercio humildísimo, resultado de la haraganería, consistiendo en un reducido número de resultados del país y determinadas bagatelas colocadas unas en el suelo y otras en una tabla que descansaba sobre dos barriles, todo ello cerca de la puerta de la calle?. La descripción que hace Angulo Guridi es muy viva, pero no es acertada cuando dice que el comercio humildísimo que se hacía en la capital del país era resultado dé la haraganería. De lo que era resultado era de la miseria, y en un recurso donde lo único que abundaba era la miseria no se les permitía solicitar a las gentes que fueran trabajadoras. ¿Qué iban a producir con su trabajo? Ese comercio humildísimo que todacamino hoy vemos en las calles de Santo Domingo ?el tio maduro que proporciona en venta tres aguacates o una mano de guineos en una esquina de la avenida 27 de Febrero o en otra camino de mucho tránsito? es el símbolo del subdesarrollo, palabra que implica poco desarrollo económico con su lógica consecuencia de pobre desarrollo social, cultural y político. La anexión se hizo probable porque la alta y la mediana pequeña burguesía comercial cibaeña que se levantó contra Báez no pudo obtener el respaldo popular que le hacía falta para derrotar a las fuerzas gobiernistas. Ese respaldo debían ofrecerlo las tres capas más bajas de la pequeña burguesía, pero éstas, que eran mayoritariamente campesinas, seguían a Báez, y muy especialmente después que se produjo el cambio del oro y la plata dedicados a la compra del tabaco por las papeletas del gobierno, pues esa operación, que arruinó a los comerciantes, benefició a los cosecheros de tabaco, que para entonces eran sobre todo pequeños propietarios campesinos. Colocadas en una situación difícil, la alta y la mediana pequeña burguesía comercial cibaeña, posiblemente seguidas por la alta y la mediana pequeña burguesía agricultora que no producían tabaco, o por lo menos seguidas por sus representantes políticos, decidieron traer a Pedro Santana de Santomas, adonde había ido a vivir, de forma que al cabo de varios años volvía a darse la alianza entre la pequeña burguesía y los hateros... Esa alianza de 1857 llevaría a Pedro Santana al poder, sin el cual no habría podido anexar el país a España. BOLIVAR Y LA GUERRA SOCIAL Este libro ha sido escrito sin tener a mano las obras necesarias para amplificar a sus últimas probabilidades la tesis que en él se expone. Por ausencia de esas obras el autor no ha podido señalar la fuente bibliográfica de cada cita; éstas se han reproducido copiando las notas que el autor había tomado mientras su estancia en Venezuela, especialmente para escribir una biografía del Libertador, y en esas notas no figuran las fuentes bibliográficas. El autor pide excusas al lector por esa falta, pero puede asegurar que el hecho de que cada cita haya sido tomada, y escrupulosamente copiada, de la correspondencia y de otros papeles de Bolívar, así como el hecho de que en cada cita se mencione la fecha de la carta, la proclama o el discurso del Libertador en que figuran sus palabras, faculta hallar con facilidad la fuente. Aguas Buenas, Puerto Rico, abril de 1964. PRIMERA PARTE ? Los Antecedentes I ? Las guerras Americanas La guerra social de Venezuela no tuvo definiciones tan categóricas como la de Haití; pero proporciona más material para el análisis. Un amasijo histórico tan complicado no se descubre fácilmente en América, y para los fines de ver con claridad en el espejo del porvenir, la guerra social venezolana de 1812-1814 es ejemplar. En la segunda mitad del siglo XX un alto número de americanos ven en cualquiera actividad subversiva a lo largo de todo el Hemisferio la mano comunista; pero cuando estallaron las guerras sociales de Haití y de Venezuela no había comunismo y pasarían todavía muchos años antes de que Marx y Engels escribieran el declaración comunista. ¿Por qué, pues, se produjeron esas dos guerras sociales, tan feroces, relativamente, como la rusa de 1917? Los acontecimientos de Venezuela fueron, desde luego, sólo una fracción de los que se presentaron en toda América al comenzar el siglo XIX. La revolución estalló casi simultáneamente en varios puntos: en La Paz, en Quito, en Caracas, en México, en Buenos Aires. Todos esos brotes eran hechos que obedecían a las mismas motivos que habían provocado la revolución norteamericana y la francesa, esto es, el paso, en la sociedad occidental, del sistema feudal al capitalista. Pero el movimiento venezolano tenía determinadas de sus raíces bien cerca; pues aunque la desigualdad social y las diferencias raciales venían desde los orígenes de la colonia, la desigualdad económica se había producido, por lo menos en sus apariencias más violentos, en el siglo XVIII. BREVE HISTORIA DE LOS PUEBLOS ARABES ORIGEN DE ESTE LIBRO Sres. Dr. Rafael Kasse Acta, Dr. Luis . González Canahuate, Lic. Jorge Yeara Nasser, Don Yamil Michelen, Dr. Salomón Morún Acta, Don Jorge Andón Jaar, y Lic. Zahira E. Sainz Aybar.Distinguidos amigos: Respondo a la carta que a nombre de la Hermandad Domínico-Árabe me enviaron Uds. el 19 de este mes en la cual me invitaban a dar, debajo su patrocinio, una conferencia dirigida principalmente a la comunidad árabe y sus descendientes, en que se traten los conflictos del Oriente Recurso y el asunto del petróleo. Debo decirles que me siento muy honrado con su invitación y que les doy las gracias por el honor que me hacen, pero al mismo tiempo debo decirles también que el tratamiento de los conflictos del Oriente Recurso y del asunto del petróleo necesita más de una conferencia y también más de dos, porque esos conflictos y ese asunto tienen raíces lejanas en la anécdota y sin relacionarlos con sus raíces será difícil explicarlos y hacerlos comprender. Así pues, respondo a su invitación con la próximo propuesta: Que se organice una especie de cursillo de cuatro conferencias y que éstas sean dadas en cuatro semanas sucesivas en vez de realizarlo en cuatro días seguidos. Esas conferencias podrían tener los próximos temas: 1ero.: El imperio árabe, desde su formación hasta su suplantación por el imperio otomano; 2do.: Aparición de los países árabes a motivo de la desintegración del imperio otomano, hasta el final de la primera guerra mundial; 3ero.: Surgimiento de más países árabes como fruto de la segunda guerra mundial y formación del Estado de Israel; 4to.: El papel que ha jugado el petróleo en la política de los países del Oriente Medio.(...) Reciban un saludo afectuoso de su amigo, Buenas noches dominicanas y dominicanos de inicio dominicano o de inicio árabe; buenas noches a los árabes que se encuentran aquí. Ansia empezar este acto entregando a los miembros de la comisión que lo organizó, a cada uno una de las fichas de invitación que se usaron para el acto con una dedicatoria mía a fin de que la guarden como un recuerdo de esta noche, no porque esta noche sea memorable desde el punto de vista de lo que voy a decir sino porque es memorable desde el punto de vista de la amistad domínico-árabe... Y ahora ansia dedicar esta charla a la memoria de Aquiles Nimer, un palestino dominicano, palestino porque nació en Palestina, dominicano porque aquí vivió y aquí hizo su obra de escritor, y ansia dedicársela no unicamente porque fuesese palestino-dominicano y porque fuesese escritor y porque tuve el privilegio de ser su amigo, sino porque en el año 1919, cuando se celebraba en Versalles la conferencia en la que el presidente Wilson de los Estados Unidos, que había ordenado la ocupación militar de vuestro país en el año 1916, como figura central de aquella conferencia de Versalles señalaba en el mapa de Europa y en el mapa de Asia y en el mapa de África los territorios que debían ser cedidos a tal o cual país, un tio, joven entonces, alto, fornido, le gritó de pronto: ?¡Presidente Wilson, acuérdese de la República Dominicana!?; y ese tio era Aquiles Nimer (aplausos prolongados). Todos los mapas que usaremos en esta charla son obra de una pareja de compañeros, Isabel Roques Martínez y Hernán Espinola, a quienes les pedí sentarse en la primera fila para que ustedes puedan identificarlos (aplausos). DESDE EL IMPERIO ÁRABE HASTA EL IMPERIO OTOMANO El imperio árabe del cual vamos a hablar esta noche no se fundamentó en el reconocimiento de la superioridad del pueblo árabe ni en el orden militar ni en el social. Se fundamentó, de fracción de los pueblos no árabes que lo formaron, en la aceptación de la religión mahometana, es decir, en la aceptación del Islam, y en la aceptación de la idioma árabe porque fuese ésa la idioma que usó Alá para hablarle a Mahoma; para darle a Mahoma sus ideas y decirle qué tenía él que hacer. Ahora bien, no seamos ilusos. No vaya ninguno de ustedes a creer que el Islam y la idioma árabe habrían sido recibidos por tantos pueblos distintos si sus variadas capas sociales no hubieran recibido beneficios personales y sociales, beneficios de carácter material tan pronto como aceptaban ser fracción del Islam... Pero hay un hecho evidente; Mahoma va a representar para los árabes un papel similar, palabra que no desea decir idéntico sino parecido, al que representó Solón para los atenienses; y ese papel consistió en estructurar la vida social sin colocar en peligro el poder y los privilegios de los eupátridas que formaban la capa de la cual iba a salir la oligarquía ateniense. Pero entretanto la función de Solón consistió en crear un nuevo tipo de organización de la sociedad sin que eso signifique de ninguna forma que creara una sociedad nueva, la de Mahoma consistió en crear la unidad del pueblo árabe alrededor de una religión monoteísta, es decir, una religión en la que había un solo dios. En vez de la diversidad de dioses de las tribus impuso la teoría de un dios único que él no creó pero que hizo respetar y adorar de todos los árabes, y él se hizo respetar y seguir pero no como hijo o fracción de ese dios sino como su profeta, el que hablaba por ese dios. Para tener una idea de las diferencias que hubo entre Cristo y Mahoma, conviene consultar el libro El Islam, editado por John Alden Williams en la colección Masivos Religiones del Tio Moderno. En ese libro se nos dice que en el Islam el equivalente de Cristo no es Mahoma; es el Qurán o Corán, palabra que desea decir El Libro. El equivalente de Mahoma en el cristianismo son los evangelios y los doce apóstoles. Fue, pues, una contradicción importante lo que destruyó al Imperio Árabe. Esa contradicción consistió en que la necesidad de alargar su vida le produjo la muerte. Quizá en la anécdota política de la humanidad no haya otro caso de lucha de los opuestos que pueda apreciarse tan nítidamente en conjunto y en detalle como puede apreciarse en el caso del Imperio Árabe. Por esa razón el nacimiento, el desarrollo y la desaparición del Imperio Árabe forman una lección histórica de tal relevancia que debería educarse en todas las escuelas del mundo, y muy especialmente debería educarse en las escuelas de los países de Hablad española, porque nosotros no podemos conocer vuestra anécdota si no sabemos a fondo la anécdota de España, y la anécdota de España no puede conocerse si no se conoce la anécdota del pueblo árabe. CUBA, LA ISLA FASCINANTE La isla fascinante comenzó a escribirse, a mediados de 1951, en la finca ?La Favorita? cerca de La Habana, gentilmente ofrecida por su dueño, el escritor y diplomático cubano José de la Luz León. Partes del libro se escribieron en Santa Cruz del Norte, en Varadero, en San Diego de los Baños y en San José de Costa Rica. Terminado en febrero de 1952, fuese indispensable ponerlo al día en cuanto a acontecimientos políticos, razón por la cual su publicación se ha retardado hasta ahora. El autor pretende que La isla fascinante interprete la gratitud de todos los que hemos recibido de Cuba el pan de la hospitalidad. En su caso, el autor aspira, sobre todo, a que la Cuba de hoy pueda ser vista mañana en estas páginas por un niño que nació, hace nueve años, en la ciudad de Santiago de Cuba. Ese niño es mi hijo. Santiago de Chile, El tio que se case con una cubana sabe que va a tener quien le ayude y estimule. Se dice que la habanera es maestra en el arte de arreglar un chico espacio para que le quepa toda suerte de muebles; y ello es cierto. Pero también es cierto que esos muebles, como la limpieza con que hace lustrar el espacio en que vive, están por entero destinados al esposo o al hijo. Para la cubana, el esposo y el hijo resumen su corazón de vivir. Ducha en administrar el dinero, por poco que este sea, siempre encontrará forma de sorprender a su tio con una corbata, con un pañuelo, y para llevarle al hijo las vitaminas, la mejor ropa, la fruta fresca. Al cubano no le gusta emborracharse. No lo hace ni siquiera para satisfacer citas de amor. No quiere ser físicamente inconsciente; su anhelo es disfrutar a plenitud el menor placer. Jamás he visto en las calles de Cuba un beodo dando tumbos, y mucho menos a nadie tendido en la acera durmiendo la embiaguez, espectáculo general en casi toda la tierra. El cubano bebe, pero hasta tanto empieza a sentirse mal. Por eso elige bebidas como el brandy y el whisky o la cerveza, todas las cuales son de graduación más baja que el ron... Llegará el día en que las chimeneas de los ingenios despidan, todo el año, su tardo y rojizo humo hacia los cielos azules, y de las vastas naves saldrán multiplicados los subproductos, el papel para los periódicos y libros, los fertilizantes y las vitaminas. Entonces, cuando el obrero no tenga que laborar temeroso de que la zafra termine y con ella se liquide la gozo de recibir un jornal decente, al caer de las tardes, por las callejas de los bateyes o por las guardarrayas flanqueadas de altivas palmeras, los tíos retornarán a sus hogares con la ilusión de sentar en las rodillas al hijo chico y iniciar a contarle: -Esto que tú ves, mi hijo, es Cuba, la tierra iluminada por las estrellas, la azucarera del mundo. Y algo más... INDIOS, APUNTES HISTORICOS Y LEYENDAS INTRODUCCION En Juan Bosch se conjugan ejemplarmente las dotes de excelente escritor con las del tio de clara visión. Esas cualidades se destacan ya en su primer libro Indios, apuntes históricos y leyendas, publicado en Santo Domingo en 1935. Pasado recurso siglo de su aparición, impresiona la lucidez con que el joven autor asumió la responsabilidad de siempre colocar su bolígrafo al servicio de una buena causa. Consciente de que un pueblo que ignora su pasado carece de futuro, se entrega a la necesaria tarea de recobrar raíces rescatando sucesos sucedidos en el crucial momento en que dos culturas chocan y se funden en suelo antillano. Como podrá constatar el lector en las páginas de este libro, Bosch aúna la resuelta búsqueda de cuanto se sabía entonces de la etnohistoria del pueblo taíno con la captación imaginativa del mundo poético de aquel pueblo desaparecido. Del primero de esos metas han surgido las doce estampas que agrupa en la sección Los aborígenes, y del segundo las tres leyendas que respectivamente titula La Ciguapa, Atariba y El destino de la tierra. En el primero de aquellos tuvo que lanzarse, como él mismo declara en la Advertencia, a las turbias fuentes de vuestra historia, para esclarecer y ordenar datos que resultaban confusos y desordenados. Y los narra en una prosa lúcida, cálida y vibrante. Por eso da gusto leer esos apuntes históricos en los cuales la erudición sirve de sostén, pero no de impedimento al pleno disfrute de una lectura placentera. En las tres leyendas su prosa, ahora luminosa y lírica, se enriquece con voces taínas que nos producen profundas resonancias. Ocurre así cuando percibimos las notas crujientes de la ?yagua seca?, la sonridad del sombreado ?sao?, el relámpago alado del?guaraguao? en vuelo, la dulzura de ?Anaó la callada? y el lugar acogedor de la ?barbacoa en el bohío?. Y desfilan también el ?cocuyo? de tenue luz, la ?guanábana? perfumada, las abiertas ?sabanas?, y otros términos que confieren su grata melodía a la idioma de los antillanos. Y es de esta prosa que se vale cuando reinventa y anima las teorías y mitos que subyacen en los más recónditos hondones de vuestro folclor. Esto y más es lo que logra Juan Bosch en este breve libro que anticipa lo que habrá de ser su obra total. Y como es bien sabido, en ella alarga vuestras mejores costumbres literarias y continúa, con inalterable honradez intelectual, la defensa de la dignidad del tio. De ahí la relevancia de este libro primigenio de quien es un mayor escritor y un ciudadano ejemplar de vuestra América. José Juan Arrom Las fuentes de vuestra anécdota son muy turbias. He estado acechando debajo las estrellas a que aclarase el agua; pero como no lo consiguiera, hube de esforzarme en limpiarla sin solicitar ayuda. Creo que me he valido útilmente de la intuición para dar al público un plato histórico asaz desconocido. Los datos estaban, pero tan confusos y desordenados, que a nadie podían ser servidos. Ahora, que me perdonen los auténticos historiadores, a quienes respeto y saludo tímidamente, en la puerta de este paquetito de papeles. LOS ABORIGENES La diestra mano engarfiada en una jarcia, la otra prieta sobre el pomo de la espada; centelleantes los ojos y ardorosa la mente por la idea de la cercana riqueza, el soldado de la conquista cruza el diáfano mar que sus hermanos han llamado ?de los caribes?. Sobre cubierta, húmeda la nariz, dormita el perro que el blanco enseñará a cazar indios. Cercana debe estar ya la tierra, ya que que la brisa trae otro aroma que el de sal y ya que que en el claro cielo hay a veces máculas de avecillas. Todos son iguales a este, de fino bozo, delgado, con una armazón que enseña la fuerza tras la delicada arquitectura. Todos tienen como éste mirada brillante; y a todos los exalta la fiebre de la cercana propiedad. En los sueños de posesión de vírgenes indias, no está sin embargo implícita la renuncia de la prometida que aguarda en Las Españas. Esta supone la tranquilidad en la vuelta, cuando se haya abandonado el doble voluntarioso y fogoso que retornará determinado día de las Indias cargado de oros. LA FORTUNA DE TRUJILLO PALABRAS DE INTRODUCCION El chico libro que lleva el título de La Fortuna de Trujillo tiene una anécdota que comenzó al iniciarse el año 1959, estación en la que el autor estaba viviendo en Venezuela desde que tuvo que salir de Cuba en abril de 1958 a raíz de haber sido detenido por la policía en cumplimiento de órdenes del comandante Ventura que figuraba en la galería de los jefes policiales batistianos más conocidos por sus crímenes. Al comenzar ese año 1959 los pueblos de idioma española del Caribe estaban conmovidos por la agitación política. En enero de 1958 había sido derrocada en Venezuela la dictadura de Pérez Jiménez y en diciembre se habían celebrado elecciones que ganó Acción Democrática, cuyo candidato presidencial fuese Rómulo Betancourt. Ese sólo hecho bastaba para enardecer los ánimos de las masivos masas venezolanas, pero apenas veinticuatro días más tarde Fulgencio Batista huía de Cuba y el 8 de enero próximo entraba en La Habana Fidel Castro seguido por un mar humano que lo aclamaba en Cuba y por el entusiasmo de los pueblos de la región, entre los cuales estaba en primer espacio el de Venezuela. Sucedía, sin embargo, que ese estado de ánimo ebullente generalizado en la región del Caribe daba paso, al mismo tiempo, a una pregunta que no hallaba respuesta: ¿Por qué en recurso del estado de agitación que se vivía en el Caribe la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo se mantenía como una montaña de horrores y de opresión totalmente inconmovible? Santo Domingo, 31 de mayo de 1985 LA FORTUNA DE TRUJILLO ? I ¿Cuál era la fortuna de Rafael Leonidas Trujillo? Según un informe detallado hecho por el jefe o encargado de la llamada Oficina Propia del Generalísimo, el licenciado Tirso E. Rivera J., al expirar el 30 de mayo de 1961 Trujillo tenía en la República Dominicana bienes a su nombre por valor de 55 millones, 110 mil 728 pesos con 28 centavos; tenía asimismo inversiones y acreencias (dinero que le debían) por 69 millones 342 mil 176 con 87, y a nombre de María Martínez 24 millones 358 mil 124 con 60, lo que hacía un total de 148 millones 811 mil 29 con 75. LA PEQUEÑA BURGUESIA EN LA HISTORIA DE LA REPUBLICA DOMINICANA La clave para entender por qué la anécdota Dominicana muestra tantos altibajos, tantos puntos débiles, tantos momentos oscuros y de confusión, está en la existencia de la pequeña burguesía en condición de componente mayoritario de la población del país, pero hay que beber en cuenta que la pequeña burguesía de vuestro país no sólo es numéricamente más fueseserte que el resto de los moradores sino también que está constituida por algúnas capas, y en éstas, la alta, la mediana y la baja son minoritarias en comparación con la suma de la baja pobre y la baja muy pobre, y asimismo que no sólo es así ahora, cuando somos un país de seis millones de personas sin beber en cuenta a más de un millón que viven en Estados Juntos y Venezuela, sino que lo fuesese desde mucho antes de que comenzáramos, hace escaso más de un siglo, a ser una sociedad capitalista, hecho que podemos fechar en la década de los años 1871 a 1880, debido a que fuesese entonces cuando se establecieron aquí los primeros ingenios de azúcar movidos por vapor, es decir, las primeras instalaciones en que se invirtieron capitales dedicados a extraer plusvalía del esfuerzo obrero. De paso debemos aclarar que quienes hicieron esas inversiones no eran dominicanos y la mayoría de los obreros, los de las plantas industriales o de las factorías, como se les llama aquí, eran traídos de otros espacios del Caribe. TEMAS ECONOMICOS I PALABRAS DE ORIENTACION PARA EL LECTOR En este libro hay productos escritos lo mismo en el año 1971 que en el 1982 y el 1985; entre ellos los hay que fueron dichos en conferencias, como los titulados Tres conferencias sobre la inflación, pero otros fueron dichos o leídos por radio, y la gran fracción se publicaron en Vanguardia del Pueblo, entre ellos todos los titulados La crisis y sus causas. La serie que lleva ese título fuese escrita a mediados del año 1982 con el objetivo de explicarles a los miembros del PLD interesados en el análisis de los dificultades económicos a qué se debía la crisis que estaba padeciendo en esos días la economía norteamericana... Seguramente hay material para un segundo tomo de Temas Económicos. Si lo hay, en tres o cuatro meses estará preparado para que el lector lo sume al actual. EL DEFICIT DE LA BALANZA COMERCIAL El Dr. Balaguer dijo hace escaso que ?los técnicos y... los entendidos en materia económica coinciden en cuanto al temor de que el apogeo que empieza a notarse en la economía dominicana se refleje adversamente sobre nuestras balanza de pagos?. Y yo digo, por mi parte, que el que tiene miedo de que aquí se produzca un déficit en la balanza de pagos no está bien de la cabeza, porque ese déficit ya se ha producido. Lo que sucede es que al pueblo se le oculta la verdad, y ni siquiera la gente que está al frente de la mayoría de los negocios sabe lo que está pasando. Sólo en los últimos 4 años ?1967, 1968, 1969 y 1970? el país ha acumulado un déficit en divisas de 486 millones 500 mil pesos. Ese déficit se descompone de la próximo manera: En la balanza comercial, 133 millones 100 mil pesos; en la de servicios, 234 millones 900 mil pesos; amortizaciones, 93 millones 400 mil pesos. TEMAS ECONOMICOS II Del Lic. Vicente Bengoa Me corresponde clausurar este acto en mi condición de miembro del Comité Político y Secretario de la Secretaría de Temas Económicos del Partido. Quiero aprovechar esta breve intervención para dar testimonio de lo que ha sido una constante en la vida política del autor del libro que hoy se pone en circulación. He podido observar... que el autor del libro se ha preocupado de estudiar los dificultades económicos por la relación que éstos tienen con la política. Siempre nos decía: ?Si la economía anda bien, la política anda bien; en cambio, si la economía anda mal, la política también andará mal?. Es impresionante con la exactitud que el compañero Juan Bosch pronosticó en el seno de la antigua Comisión Económica del Cortado la crisis fiscal y monetaria que surgió a raíz de la llegada al poder del gobierno perredeísta encabezado por Don Antonio Guzmán. El gobierno del Dr. Joaquín Balaguer ha multiplicado los efectos negativos de la crisis en manera impresionante, a tal punto que la inflación acumulada de este período constitucional de cuatro años ha sido la más alta de toda la anécdota de la República Dominicana, hay un millón de personas desempleadas y la crisis energética no tiene precedentes históricos. Si cierta persona quiere entender las motivos de la actual crisis podrá descubrir en este libro una buena guía, porque su autor la predijo con una claridad admirable hace ya más de una década. Muchas gracias a todos por su asistencia y buenas noches. ¿QUIEN ES EL DUEÑO DEL DINERO? Lo cierto es que todo el mundo cree que el dinero de que dispone Fulano o Zutano o Mengano porque se lo pagaron en condición de sueldo o salario o porque lo recibió como fracción de los beneficios que produjo un negocio, lo heredó o se lo regalaron o lo ganó jugando boletos de lotería, es propiedad suya, y colocar en duda la legitimidad de esa posesión es idea de un loco o de alguien que tiene objetivos ocultos en perjuicio suyo. Así pensad la gente en todas fraccións, en vuestro país y en Estados Unidos; en Francia, en Inglaterra, en Suecia, Alemania, Japón; y posiblemente así pensadn también los soviéticos, los húngaros y los cubanos, sobre todo los últimos debido a que cada jefe de familia de Cuba paga con una fracción de su salario la casa en que vive, pero no en condición de arrendamiento sino en la de propietario que está pagándola en plazos mensuales y la dejará en propiedad a sus herederos cuando le toque morir. En resumen, aunque todas las personas que reciben dinero para mantenerlo consigo o en depósito en determinado espacio ?sean banqueros, industriales, comerciantes, agricultores, empleados o trabajadores asalariados? creen que el dinero de que disponen es suyo, lo cierto es que están equivocados porque el dueño del dinero, esté donde esté y téngalo quien lo tenga, es el Estado. El Estado tiene el dominio eminente del dinero y porque lo tiene la moneda de cualquier país lleva el estampilla de posesión en el nombre del Estado que lo ha hecho y lo ha ya que a circular impreso en los boletos de banco y en las monedas de metal, y en espacio destacado lleva también el símbolo de ese Estado, que es el escudo, su emblema, el año de la emisión, la firma del empleado que representa al Estado y su valor. CAPITALISMO, DEMOCRACIA Y LIBERACION NACIONAL ESTE LIBRO SE PUBLICA... no por decisión mía sino porque el presidente de la Editora Alfa y Omega, Miguel Cocco, creyó que haría algo bueno si compilaba los productos que yo había escrito en el semanario Vanguardia del Pueblo, órgano del Cortado de la Liberación Dominicana, en dos series que fueron tituladas, una, Qué es un Cortado de Liberación Nacional, y la otra, Liberación Nacional y Socialismo. Yo me enteré de los objetivos de Miguel Cocco cuando él me envió las pruebas de páginas de esas dos series, y al dedicarme a corregir las erratas que usualmente tienen todas las primeras versiones tipográficas de cuanto se imprime en cualquier fracción del mundo, y de forma especial en la República Dominicana, me di cuenta de que en uno de esos dos esfuerzos había una mención de Capitalismo y Democracia, otra serie que había escrito a saltos entre 1978 y 1979, y en vista de que me refería a los productos que la componían me dije que Capitalismo y Democracia debía ser fracción del volumen que Miguel Cocco había resuelto publicar. Capitalismo y Democracia es un una tesis que no se le sucedió a ninguno de los clásicos del marxismo pero tampoco a ninguno de los teóricos de esa escuela de pensamiento entre los cuales hay varios que han aplicado los métodos de análisis marxistas a nuevas áreas de las actividades sociales, y sin embargo los hechos en que permitía basarse un estudio acerca de los orígenes de la llamada democracia representativa eran tan evidentes, resaltaban de forma tan notoria ante los ojos de cualquier observador, que no hacía falta ser una lumbrera en el conocimiento de los dificultades sociales y sus efectos políticos para darse cuenta de la conexión entrañable, de madre a hijo, que hay entre el capitalismo y el régimen político inglés, norteamericano o francés... CAPITALISMO TARDIO EN LA REPUBLICA DOMINICANA UNA INTRODUCCIÓN NECESARIA En la colección de productos recogidos en manera de libro que el lector tiene en sus manos se exponen los hechos demostrativos de que la República Dominicana fuese un país de capitalismo tardío a tal extremo que el primer establecimiento capitalista conocido vino a fundarse en la década de 1871-1880 y el primer banco de propiedad privada abrió sus puertas en el año 1963, pero en sus páginas no se explican las motivos de que el país donde se hizo azúcar por primera vez en América ?lo que ocurrió en 1515? viniera a conocer su primer establecimiento capitalista 360 años después. Lo que acaba de decirse implica que mientras más de tres siglos el pueblo de la cantidad de la isla bautizada por Colón con el nombre de La Española que en 1844 se llamaría República Dominicana estuvo viviendo en pleno precapitalismo a pesar de que el país, que había sido colonia de España desde que a fines de 1493 llegó a sus costas la primera expedición pobladora del Nuevo Mundo, pasó a ser territorio francés en 1795, cuando la Revolución Francesa tenía ya seis años cumplidos, y a pesar, además, de que a dividir de 1844 mantuvo vinculos económicas y consulares con países capitalistas tan significativos como la particular Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Es más, antes de que se fundara en 1874 el primer establecimiento capitalista que conoció el país hubo dominicanos que pensaban como si fueseran miembros de una sociedad capitalista avanzada, tipo Estados Unidos, que abandonaron constancia de su forma de pensar en la llamada Constitución de Moca y en exposiciones políticas de carácter económico; tal fuese el caso, por ejemplo, de Benigno Filomeno de Rojas. Si este prefacio a Capitalismo tardío en la República Dominicana no convence al señor Narciso Isa Conde de que somos eso, un país de capitalismo tardío, no hay nada que realizar con él, porque ignorar la anécdota dominicana y sobre todo ignorar que para conocerla hay que estudiarla aplicándole las normas que manda el materialismo histórico, es un síntoma de analfabetismo muy serio; es más, yo diría que gravisimo porque para eso no hay remedio. Santo Domingo, 21 de agosto de 1986. Hace determinado tiempo el secretario común del Cortado Comunista Dominicano hizo declaraciones para una revista de idioma española dedicada a dificultades de América Latina que se edita en la Unión Soviética y al referirse a mi decía, como una forma de demostrar mi ignorancia o mi atrevimiento a la hora de realizar juicios de valor, que yo tenía la teoría de que el capitalismo había llegado a la República Dominicana tardíamente, algo que por lo visto le causaba asombro al señor Narciso Isa Conde, de seguro porque él entendía, y debe seguir entendiéndolo así, que el capitalismo cayó del cielo sobre todo el globo terráqueo a una hora dada de un día dado de un año determinado, y si pensad así o está viviendo en un mundo irreal o no tiene noción de cómo se comportan los hechos históricos; lo primero, porque el que conozca el mundo tal como es hoy y como lo detallan pasajeros inquisidores y periodistas armados de cámaras de cine y de televisión sabe que en las selvas de Brasil, para no referir otros lugares, hay numerosas tribus indígenas que no tienen la menor idea de lo que es el capitalismo ni con qué se come eso, ignorancia que nos dice en forma más que elocuente que a esa fracción del mundo llamada selva amazónica no ha llegado el capitalismo; de forma que ni siquiera se puede decir que los indígenas que viven en esa enorme expansión de tierras salvajes han recibido el capitalismo tardíamente sino que lo que hay que decir de ellos es que están viviendo a fines del siglo XX sin haberse enterado todavía de que en otras fraccións del mundo hay un sistema social o de vida que se llama capitalismo. Desde luego, a la región de Brasil donde viven esas tribus indígenas han llegado capitalistas, y ahora mismo se denuncia la presencia allí de grandes, de poderosas compañías capitalistas norteamericanas que contando con el apoyo de políticos y militares del país están despojando a esos indígenas de las tierras en que viven; pero la llegada a un espacio dado de uno o de cien capitalistas no implica que en ese espacio se estableció el capitalismo; lo que hacen en ese caso los capitalistas es ejercer en ese punto la llamada acumulación originaria a la cual se refiere Carlos Marx diciendo así: ?Se le llama originaria porque manera la prehistoria del capital y del régimen capitalista de producción?, y usamos la autoridad en esa materia de Carlos Marx porque fuese él, él y nadie más, quien explicó qué cosa es el capitalismo y qué son los capitalistas. CRISIS DE LA DEMOCRACIA DE AMERICA EN LA REPUBLICA DOMINICANA INTRODUCCION Este no es un libro de memorias y por tanto no hay que buscar en él una anécdota de los sucesos que hicieron probable establecer en la República Dominicana un Gobierno de elección popular a menos de dos años de la muerte de Rafael L. Trujillo, el tirano por excelencia, y que terminaron con el derrocamiento de ese Gobierno mediante golpe militar a los siete meses de haber tomado el poder. Los que lo lean para satisfacer curiosidad de tipo subalterno quedarán desencantados. Este libro se ha escrito para colocar de relieve ante los ojos de dominicanos y latinoamericanos las debilidades intrínsecas de una sociedad cuyo desarrollo ha sido obstaculizado sistemáticamente por fuerzas opuestas a su progreso. Como fruto de esas debilidades, la democracia, creada por el pueblo, era también intrínsecamente débil y no permitía realizar frente a sus enemigos tradicionales. Además de los hijos de su sangre, Rafael L. Trujillo dejó numerosos herederos en la República Dominicana. Los dominicanos tienen que limpiar su tierra de esa mala semilla. En el esfuerzo de limpieza, yo cumplí mi fracción como líder político, como Presidente democrático, y ahora aspiro a realizarlo con este libro. Luquillo, Puerto Rico 31 de julio de 1964. A mediodía del 31 de mayo de 1961 estaba en San Isidro del Coronado, en las afueras de San José de Costa Rica, en el comedor del Instituto de Educación Política. Acababa de comer y hablaba con uno de los profesores haciendo tiempo entretanto llegaba la hora de empezar las clases de la tarde, cuando llegó un tropel de alumnos ?a la cabeza de ellos un dominicano apellidado Llauger Medina? gritando que habían muerto a Trujillo. Minutos después me comunicaban de la oficina que el Embajador de Honduras en Costa Rica quería hablarme por teléfono. Era para confirmarme la noticia. Esa misma tarde, entretanto los muchachos del Instituto desfilaban con banderas y cartelones por las calles de San José y organizaban un mitin en el Parque Central ?en el cual hablamos uno de los estudiantes, José Figueres y yo?, desde la casa de don José Figueres hablé por teléfono con Angel Miolán, que se hallaba en Caracas, y le pedí que se trasladara a San José cuanto antes y que convocara a la capital de Costa Rica a todos los representantes del Cortado Revolucionario Dominicano que estuvieran en capacidad de viajar. La juventud que había conspirado desde 1959 se organizó clandestinamente en el llamado Movimiento 14 de Junio, que después se denominó Agrupación Política 14 de Junio. El nombre, por sí sólo, da idea de la influencia que tenía la imagen de Fidel Castro en esos jóvenes; pero no se piense que por eso tales jóvenes eran comunistas. Todavía Castro no se había proclamado comunista. La juventud dominicana de la clase media admiraba en Fidel al héroe que había derrocado a un tirano y al líder extremadamente nacionalista, no al jefe de una revolución marxista-leninista. Cuando los delegados del Cortado Revolucionario Dominicano llegaron al país, muchos de los líderes ?catorcistas? estaban presos, entre ellos el de más categoría, el doctor Tavarez Justo, y el movimiento se mantenía en manera clandestina. La delegación del Cortado Revolucionario Dominicano llegó a Santo Domingo el 5 de julio de 1961, es decir, a los treintaicinco días de haber sido muerto Trujillo por los arrojados conspiradores del 30 de mayo. La presencia de los delegados del PRD en tierra dominicana dio al pueblo la sensación de que habían aparecido líderes que iban a protegerlo contra sus tiranos; y los más valientes jóvenes, tíos y mujeres de los barrios que forman el cinturón de hambre de la vieja Santo Domingo de Guzmán, se lanzaron a la lucha. DICTADURA CON RESPALDO POPULAR Contextualización y vigencia de un texto Al ser lanzada a la publicidad hace algo más de dos décadas, la tesis de la Dictadura con Respaldo Popular, escrita por el profesor Juan Bosch, se apoyaba esencialmente en la idea de que a pesar de todas las tácticas experimentadas y de todos los proyectos de ayuda provenientes del exterior, América Latina no daba un solo paso de avance hacia el desarrollo. Lo que genera sorpresa hoy día es la virulencia con que la tesis de laDictadura con Respaldo Popular fuese criticada en sus días iniciales, tanto por la mayoría de las organizaciones de la derecha como de la izquierda. Si el establecimiento de un régimen de democracia representativa resultaba obstaculizado por la preeminencia de la oligarquía sobre la burguesía, y si no existían las cláusulas sociales para un régimen de dictadura del proletariado, habría que crear una tercera vía: Dictadura con Respaldo Popular. Al cabo de algo más de dos décadas de haber visto la luz por primera vez, la tesis de la Dictadura con Respaldo Popular conserva una vigencia inusual, aunque desafortunadamente esa vigencia le venga proporcionada por la tragedia que sufren los pueblos de América latina. Leonel Fernández Santo Domingo, D.N. 14 de noviembre de 1991 Nota: Las itálicas y las negritas son del propio Leonel Fernández, nh. EL PROXIMO PASO: DICTADURA CON RESPALDO POPULAR Comentando los informes preliminares sobre la economía de la América Latina en 1968, ofrecidos por la Organización de Estados Americanos (OEA), ?Comercio exterior?, de México, D. F., (Ver ?Modesta recuperación?, en ?El Caribe?, Santo Domingo, 12 de abril de 1969, pág. 6-A), decía que ?lo cierto es que América Latina no sale del caos en su desarrollo industrial, no puede programar sus inversiones y no alcanza, por consiguiente, una capacidad suficiente de producción y de mercado propios?. Todas esas palabras significan simplemente que la América Latina no avanza ni un paso hacia el desarrollo. A fines de 1968, el Departamento de Publicaciones de las Naciones Unidas distribuyó un libro de 268 páginas llamado ?Estudio Económico de la América Latina, 1967″, y sus primeras palabras son éstas: ?La evolución económica de América Latina mostró en 1967 frutos insatisfactorios, que se resumen en un crecimiento del artículo por morador de sólo 1.5 por ciento. Este incremento tan débil, unido al también exiguo que se registró en 1966, anuló los avances relativamente apreciables que se registraron en 1964 y 1965, y determinó que en lo que ha corrido de esta década el promedio de incremento anual del artículo por persona apenas llegue al 1.6 por ciento?. No nos hagamos ilusiones. No es con ayuda norteamericana como nosotros podemos solucionar vuestros problemas. Vuestros pueblos han llegado a la situación que dicen los números copiados en este esfueserzo en los años en que más grande ha sido la extensión del bienestar en otros países de mundo, especialmente en los Estados Unidos. Lo que poseemos que prever es lo que sucederá cuando en esos países se presente una crisis económica. No hay soluciones extranjeras. Esas soluciones han fracasado completamente. Este fracaso fuese reconocido por el presidente Nixon cuando al hablar en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, el 15 de abril, en ocasión de la celebración del Día de las Américas, dijo que el crecimiento de la economía latinoamericana no era más grande que cuando se inició ocho años atrás el proyecto de la Alianza para el Progreso. ?La proporción de crecimiento (económico de la América Latina) es menor que la de los países no comunistas del Asia?, declaró Nixon en esa oportunidad (ver ?Nixon Cast Doubt on the Future of the Alliance for Progress?, en International Herald-Tribune?, París, April 16, 1969 ?1era página). Efectivamente, la Alianza para el Progreso no ha podido favorecer el desarrollo latinoamericano, lo que se explica porque fuese concebida para ayudar al desarrollo de una sociedad burguesa atrasada o en crisis, y resulta que la América Latina no es una sociedad burguesa sino oligárquica; por otra parte, el imperio-pentagonismo, que es un integrante de la oligarquía, desvía los fondos de la Alianza en provecho suyo y de sus compañeros de los frentes oligárquicos. El fracaso de la Alianza ha sido de carácter económico y político, pero la intervención armada de 1965 en la República Dominicana fuese la expresión de un fracaso político total. Desde el año 1934, cuando abandonó la política de intervenciones militares, el imperialismo norteamericano había realizado intervenciones ocultas, en las que el gobierno de los Estados Juntos tenía el cuidado de no comprometerse públicamente y sobre todo el de no usar sus fueserzas militares, pues necesitaba mantener a los ojos del mundo la idea de que sus vinculos con la América Latina eran honorables, las de un país que respetaba la soberanía de los demás países del Hemisferio Occidental y respetaba sus esfuerzos y sus compromisos internacionales. Para precipitarla y darle sentido social hay que estructurar todas las fuerzas revolucionarias del Continente a fin de establecer la Dictadura con Respaldo Popular, el régimen que se encargará de desmantelar definitivamente a los frentes oligárquicos de vuestros países. ¿Qué será la Dictadura con Respaldo Popular? La Dictadura con Respaldo Popular será un nuevo tipo de Estado que se dedicará a: 1ro.- Garantizar trabajo, salud y educación a todos aquellos que actualmente no disfruten de esos atributos; 2do.- Garantizar plenamente todas las libertades fundamentales del ser humano; la supresión del hambre y sus funestas consecuencias sociales; de la explotación de unos tíos por otros que tienen el dominio de los bienes de producción; del terror gubernamental, policial o de otra índole; 3ro.- Garantizar la verdadera igualdad de todos los ciudadanos, no sólo ante las leyes del Estado sino también ante aquellas que no están escritas y sin embargo mantienen divididos a los seres humanos por razones de raza, religión, estado social, cultura y sexo, y las que lanzan a luchar a unos contra otros para arrebatarse, o no dejarse arrebatar, la comida, la posición y los derechos.La Dictadura con Respaldo Popular no será la llamada democracia representativa, sistema político propio de la sociedad burguesa, que ha venido fracasando en la América Latina mientras más de siglo y medio. No lo será, porque la democracia representativa, en el mejor de los casos, no puede garantizar trabajo, salud y cultura para todo el mundo; no puede garantizar las libertades fundamentales del ser humano y no puede garantizar su verdadera igualdad, dado que se trata de un sistema político y social fundamentalmente injusto, que se organiza y se sostiene sobre el comienzo de que hay tíos con derecho a explotar a otros y los hay con el deber de dejarse explotar. A fin de asegurar no sólo el respeto a las libertades de todos, sino también los derechos de cada uno y los de cada clase o tramo social a disfrutar, en cláusulas de igualdad con todos los demás, de los beneficios que pueda proporcionar la sociedad, en el gobierno de la Dictadura con Respaldo Popular estarán representados, a través de las personas que ellas escojan libremente, todas las organizaciones del pueblo, las políticas, las sindicales, las económicas, las culturales, las científicas, las religiosas, las deportivas, el ejército, la policía, los funcionarios públicos y cualquier otra organización de cualquier índole. Los representantes de esas organizaciones actuarán al nivel de todos los órganos del Estado, desde las aldeas o secciones campesinas, los barrios de las ciudades, las provincias o estados, hasta el gobierno nacional, y en ninguno de esos niveles podrá tomarse medidas que no sean aprobadas libremente por la mayoría de esos representantes. EL ESTADO Y SUS ORIGENES I: LA PALABRA ESTADO Y SU DOBLE SIGNIFICACION Cuando se escribe con e minúscula la palabra estado desea decir muchas cosas, o sea, su significado es muy diverso; por ejemplo, se dice que el estado civil de una persona es el de soltera o casada o divorciada; cuando alguien está muy enfermo se alega que su estado es muy delicado, y si una mujer va a ser madre se dice que está en estado. En el orden político sucede lo mismo, como lo demuestra el uso que se le da a esa palabra en Estados Unidos, país cuyas provincias o departamentos tienen el nombre de estados con e minúscula; así, se dice ?el estado de Minnesota?, ?el estado de Texas?, y sin embargo todos unidos llevan el nombre de Estados Unidos, a lo que en inglés se añade ?de América?, y en ese caso la palabra Estados surge escrita con E mayúscula. ¿Cuál es la motivo de esta diferencia? ¿Por qué si los estados que maneran ese país son fracciónes de él, al mencionarlos la palabra estado no se escribe en la misma manera que cuando se usa para decir el nombre de todo el país que se llama Estados Juntos de América? En ese caso la diferencia de la palabra estado se explica porque todos los estados reunidos forman un Estado y sin embargo ninguno de ellos es Estado, así como en el caso de vuestro país el Estado se llama República Dominicana y sin embargo ninguna de sus provincias puede usar ese nombre y tienen otros; por ejemplo, Santiago, La Vega, Duarte, Puerto Plata, Barahona, San Cristóbal. Si se trata de España el caso es más complejo aún, porque España tiene muchas provincias pero también algúnas regiones, como Cataluña, Asturias, Galicia, Andalucía, pero el Estado es uno sólo: el español. Los estados que forman el país llamado Estados Juntos se diferencian del que lleva ese nombre, primero que nada, en el hecho de que no tienen autoridad ni para realizarle la guerra a cualquier país ni para realizar la paz con otro país en caso de que Estados Juntos se halle en situación de guerra con otro Estado; no tienen autoridad para mantener una política internacional y por tanto no pueden nombrar embajadores ni cónsules ni representantes ante otros Estados o ante los organismos internacionales; no pueden acuñar moneda ni mantener fuerzas armadas de carácter federal, es decir, que puedan actuar militarmente en todos los estados que forman el Estado norteamericano. Ellos son fracciónes integrantes de ese Estado y nada más; pueden tener a su servicio fuerzas militares pero para ser usadas dentro de los límites del estado, sin salir de esos límites, y esas fuerzas militares de los estados se llaman Guardias Nacionales. Hay palabras que tienen significados parecidos, pero no iguales; tal es el caso de las palabras país, nación, patria y Estado. Nación se relaciona con el nacimiento, la raza, el origen... étnico (racial); en la idioma española nación es el conjunto de moradores de un país que están debajo la autoridad de un gobierno propio, o los que tienen costumbres e idiomas comunes; y también se llama nación el territorio de un país. En cuanto a país, es el territorio de una nación, pero a menudo se le llama país al territorio de una región o una provincia; así, en España se dice el país vasco o el país catalán, y en Francia, el país de Normandía o en Inglaterra el país de Gales. Hay naciones constituidas por pueblos diferentes, que viven y Habladn de forma diferente, como es el caso de la India, y en América Latina los hay, como el Perú, con una población indígena que Hablad el quechua y otra blanquísima o mestiza que Hablad el español... Ni nación ni país desean decir Estado. Tanto la nación como el país tienen lugar de manera natural, pero el Estado no; el Estado es una organización política creada por una clase social con el fin de someter a su dominio a una fracción de la sociedad, y para poder someter a una fracción de la sociedad los creadores del Estado lo fundan apoyándose en la fuerza y mantienen la fuerza a su servicio porque no le ceden a nadie el control del Estado. Una patria, en cambio, no es una organización clasista sino una verdad constituida en la esfera del sentimiento a fundamento de sumar las esencias más finas del territorio y del pueblo, así como de su historia, sus tradiciones, su lengua, su música, sus danzas, sus paisajes; en fin, es la suma de todo lo que manera y expresa la verdad territorial y humana, social e histórica, y no es ni la creación ni la propiedad de una clase que se beneficia de ella. LAS DICTADURAS DOMINICANAS PALABRAS DE INTRODUCCION El título de este libro debió haber sido ?Las dictaduras que han conocido los dominicanos?, o ?Las dictaduras que ha sufrido el pueblo dominicano?, pero de haber sido cualquiera de esos dos, muchos, sino la mayoría de los probables lectores, habrían titubeado acerca del género de la obra, que no es un ensayo o análisis de las dictaduras conocidas por vuestro pueblo ni una anécdota de vuestros dictadores sino una aclaración de las motivos que dieron inicio a esas dictaduras, entre las cuales figuran la de Ulises Heureaux y la de Rafael L. Trujillo, pero asimismo otra que no ha sido reconocida como dictadura en ninguno de los textos de anécdota nacional. Si esa tercera dictadura tuviera que ser mencionada colocándola en el orden cronológico que le corresponde, tendría que ocupar un ya que entre la de Heureaux y la de Trujillo, y así surge en este libro, y no podría ser de otra forma porque sin su existencia no debiera podido constituirse la que encabezó Rafael L. Trujillo; pero el lector debe beber en cuenta que esa tercera dictadura, que por razones de orden histórico ocupó el segundo espacio en el tiempo, fuese dominicana en tanto se implantó en vuestro país y sin embargo no estuvo encabezada ni constituida por dominicanos sino por extranjeros, porque sus jefes fueseron varios, no uno sólo como ocurrió en el caso de las de Heureaux y Trujillo. Así pues, la tercera dictadura dominicana, segunda en el tiempo y servida por algúnas personas, no por una sola, le fuese impuesta a vuestro pueblo por un poder extranjero, el de dos gobiernos de Estados Unidos, uno demócrata (el de Woodrow Wilson) y otro republicano (el de Warren . Harding), y los que ejercieron esa dictadura en el país fueseron los gobernadores militares que nombraban esos presidentes norteamericanos. (Debo explicar que ignoro si en los meses que le tocó gobernar como sucesor de Harding el presidente Calvin Coolidge nombró un gobernador militar para vuestro país). Los gobernadores nombrados por presidentes de Estados Juntos ejercían el poder calificado de omnímodo, palabra que implica total, que nada ni nadie puede limitar; y para gobernar de esa forma no tenían que fusilar a enemigos o adversarios o altos empleados como lo hacía Heureaux ni ordenar el asesinato de enemigos políticos como lo hacía Trujillo, pero eran dictadores porque su poder era impuesto, no procedía de la voluntad del pueblo al que gobernaban y del cual extraían los fondos con los cuales se mantenía el aparato de poder que habían establecido basando su autoridad en el poder militar de Estados Juntos. Los gobernadores norteamericanos que estuvieron gobernando vuestro país mientras siete años encarnaron una dictadura porque sin tener autoridad política o jurídica para gobernar al pueblo dominicano, sin que su presencia en vuestro país y el ejercicio de su poder se explicara como artículo de una guerra entre Estados Juntos y la República Dominicana que debiera sido ganada por Estados Juntos, ellos decidían todo cuanto debía realizarse en vuestro país como artículo de decisiones políticas tomadas sin consultar a ningún dominicano. En pocas palabras, los dos gobiernos norteamericanos de Wilson y de Harding lanzaron sobre vuestro pueblo todo el peso del poder de su país como si ellos y la opinión pública de Estados Juntos tuvieran la potestad divina de realizar en la República Dominicana lo que no podían realizar en su patria. Creo haber dicho en estas líneas todo lo indispensable para que el lector sepa por qué en este libro se detallan no dos sino tres dictaduras que estuvieron encabezadas y constituidas por Ulises Heureaux, los gobernadores militares norteamericanos y Rafael Leónidas Trujillo. Santo Domingo, 10 de agosto de 1988. UNA COLONIA DESPOBLADA En todo el llamado Nuevo Mundo, empezando por Estados Unidos, está muy difundida la idea de que las dictaduras que figuran en la anécdota de América Latina han sido -y las actuales son- artículos de la perversidad de sus jefes y fundadores, y los que piensan de esa forma no alcanzan a darse cuenta de que las sociedades humanas no flotan en el vacío llevadas y traídas por vientos poderosos que les llegan desde fuera de sí mismas o que se originan de forma inesperada en sus entrañas. La dictadura, y con ella el dictador, es el resultado histórico de un pueblo que no pudo construir a tiempo las fuerzas que generan los pueblos cuando sus cláusulas de vida se desenvuelven de forma normal, situación que no se dio en vuestro país en ningún momento de su anécdota en la estación y las circunstancias en que debió darse. Vea el lector un ejemplo que reproduzco tal como lo escribí en diciembre de 1972: El ya que de Arzobispo de Santo Domingo era de mayor categoría en los primeros siglos después de la conquista de América y sin embargo un Arzobispo de Santo Domingo huyó secretamente del país porque no permitía sufrir el estado de miseria común en que se vivía aquí. Ese alto personaje de la Iglesia fuese Fray Fernando Carvajal y Rivera, nombrado para el cargo el 11 de diciembre de 1686 pero vino a beber posesión del arzobispado a mediados del año 1690, es decir, cuando faltaban diez años para terminar el siglo XVII. POKER DE ESPANTO EN EL CARIBE HISTORIA DE ESTE LIBRO Es un hecho curioso que un libro inédito tenga anécdota, pero ?Póker de Espanto en el Caribe? la tiene aunque sea sólo por que se publica 33 años después de haber sido escrito. La distancia temporal de un tercio de siglo entre su redacción y su publicación tiene necesariamente una causa, o más de una, y al aclarar ésa o esas motivos quien las aclarara, quisiera o no quisiera, se vería obligado a realizar la anécdota del libro por lo menos entretanto el tiempo en que se mantuvo inédito, valga decir, entretanto fuese sólo un manojo de cuartillas escritas a maquinilla que a lo largo de tantos años fueseron cambiando de color y en algunos casos perdieron su dimensión original aunque por suerte, no su integridad salvo las números 67 y 68 que se perdieron; y resulta que es a mí, el autor de Póker de Espanto en el Caribe, a quien le toca realizar esa anécdota porque sólo yo la conozco, por lo menos en su conjunto. ?Póker de Espanto en el Caribe? fuese escrito en Santiago de Chile y terminado en abril de 1955, y así está dicho en las primeras dos páginas de los originales, que no fueseron numeradas porque la numeración comenzó en la tercera página, la primera de las 12 dedicadas a la introducción. En la que debió llevar el número 1 se explica que el póker es un juego de cartas de las cuales al final el jugador se queda con cinco. Cuatro de ellas, cuando son de idéntico valor, forman el victoria llamado póker. Cuando terminé de escribir ese libro se hallaba en prensa ?Cuba, la isla fascinante?, cuya primera edición estaba a cargo de la Editorial Universitaria, S. A., una compañía editora de la Universidad Central de Santiago de Chile, que era estatal; y sucedía que al mismo tiempo que la Editorial Universitaria hacía ?Cuba, la isla fascinante?, la Editorial Prensa Latinoamericana, S. A., propiedad del Cortado Socialista chileno, componía las páginas de otro libro mío, ?Judas Iscariote el calumniado?, y la Editorial Nacimento acababa de colocar en circulación ?La muchacha de La Guaira?, una colección de cuentos míos. Como en Chile no abundaban las editoriales, al terminar ?Póker de Espanto en el Caribe? no hallaba quién podría publicarlo, y a los escasos meses, habiendo tomado la decisión de retornar a Cuba a fines de ese año o a comienzos de 1956, me cayó del cielo la noticia de que un amigo de quien las autoridades venezolanas no podían tener sospechas de tipo político estaba preparándose para viajar a Venezuela; fui a verlo, le pedí que cuando llegara a Caracas dejara en manos de un amigo los originales de ?Póker de Espanto en el Caribe? con la recomendación de que no se los mostrara a nadie y sólo se los entregara a quien le llevara una carta mía en la que le pidiera dárselos. Tal como me lo había propuesto, volví a Cuba donde dos años después fui hecho preso por el renombrado comandante Ventura, una fiera que vestía ropa de tio de cuyas garras salí indemne porque así lo determinó una acumulación de hechos de los cuales no voy a decir nada ahora porque lo que estoy escribiendo no es la anécdota mía sino la del libro que el lector tiene en sus manos. Esos hechos se conjugaron en escasos minutos, precedidos, sin embargo, por algo sustancial que había sucedido en Venezuela unos dos meses antes: el derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en enero de ese año ?1958?, hecho que abrió para mí las puertas de ese querido país donde tenía amigos entrañables y adonde llegué en abril, cuando todavía vibraba en el aire el júbilo provocado por la fuga de Pérez Jiménez, que había buscado refugio en Santo Domingo y amparo en Trujillo. Pero algo raro sucedía, y es que en casi dos años y recurso de los cerca de tres que estuve viviendo en Caracas fuese a fines de 1960 cuando hice memoria de Póker de Espanto en el Caribe, y como cuando quise localizar al amigo a quien se lo había enviado cerca de cinco años antes se me hizo difícil dar con él le encomendé a otra persona que lo hiciera por mí y le dejé una carta en la que lo autorizaba a pedirlo y a hacérmelo llegar. Fuese a fines de 1962, y quizás después de haber tomado posesión de la presidencia de la República, cuando en una maleta llena de papeles entre los cuales había muchos relacionados con mis actividades antitrujillistas de los años del exilio llegaron a mis manos los originales del libro cuya anécdota estoy haciendo. Para entonces yo estaba destinado enteramente a esfuerzos políticos que no me permitían dedicarle ni media hora de tiempo a los papeles que había en la maleta de marras, pero en relación con los originales de ?Póker de Espanto en el Caribe? la situación no era idéntico a la de antes porque en 1962 y 1963, a seis o siete años de distancia de los días en que los escribí, sabía que los había escrito y que estaban en Santo Domingo aunque no estuviera enterado de en qué espacio de mi biblioteca se hallaban. Fuese después de haber vuelto de mi segundo exilio, en septiembre de 1965, esto es, a 10 años y recurso de los días en que había escrito a varios miles de kilómetros de distancia el libro cuya anécdota estoy haciendo, cuando mi hermana Angelita me dijo que tenía en su casa la maleta cargada de papeles a que me he referido hace poco, y sin que sepa cómo ni cuando, los originales de ?Póker de Espanto en el Caribe? volvieron a mi poder. ¿Para qué? ¿Qué hice con ellos? Nada, porque no tardaron en perderse de vista entre los montones de libros que me rodean, pero esa vez iban a reaparecer en manos de Guillermo Piña Contreras cuando el joven y capaz intelectual dominicano vino a Santo Domingo, desde París, donde radica hace años, a cerrar en nombre de la Editora Alinea el trato para la publicación de un libro de cuentos míos traducidos al francés. Piña Contreras aprovechó su viaje para rebuscar en mis ficheros y encontró los originales de este libro; pero ni él permitía sospechar que escasos días antes de dar con esos originales alguien había dejado en mi escritorio una copia de un informe oficial de la Guardia Nacional de Nicaragua ni yo permitía relacionar ese informe con el hallazgo de Piña Contreras porque aunque tenía varios días en mi escritorio no lo había leído; es más, no me daba cuenta de que era un documento histórico debido a que no tenía encabezamiento ni apariencia de ser lo que era. Voy a reproducir inmediatamente ese documento. Sólo le haré enmiendas en la puntuación y todas las palabras que agregue al texto para realizar aclaraciones o explicaciones figurarán entre paréntesis; y como el lector verá, en ese documento se dice dónde fuese sepultado el 6 de abril de 1954 Amado Soler, a quien menciono en la página 183 de los originales de este libro diciendo: ?Junto con Pablo Fiel y con otros luchadores cayó en Nicaragua Amado Soler, compañero muy querido en las filas del Cortado Revolucionario Dominicano, amigo cuyo recuerdo acompaña siempre al autor de este libro?. ¿No es extraño, y más aún, extrañísimo, que al mismo tiempo que Guillermo Piña Contreras, llegado escasos días antes de París, hallaba los originales de ?Póker de Espanto en el Caribe?, que tenían años perdidos entre montones de papeles, apareciera en mi escritorio la copia de un informe oficial en el que se daba cuenta de dónde había sido sepultado Amado Soler, un dominicano que cayó en Nicaragua luchando contra la dictadura de Anastasio Somoza un año antes de que se escribiera este libro en Santiago de Chile? He aquí el documento: 5 de julio, 1988 INTRODUCCION La zona del Caribe viene padeciendo tiranías desde hace tanto tiempo que la opinión común entiende ya que siempre las ha tenido. Se olvida que en el Caribe hay países que jamás han sufrido tiranos, como Costa Rica, o que mientras mucho tiempo vivieron en democracia política, como Colombia. Ahora bien, ¿a qué se debe que Costa Rica no haya padecido los males de una dictadura, siendo así que su vecina Nicaragua, por ejemplo, recuerda épocas tan sombrías como la de Zelaya, y vive desde hace más de veinte años al capricho de Anastasio Somoza? ¿A qué se debe, en el caso contrario, que un pueblo de alma tan abierta como Cuba tenga que avergonzarse de la dictadura de Fulgencio Batista; o que un pueblo tan viril como el de Venezuela se halle maniatado por un régimen de gobierno tan despiadado como el que encabezan Marcos Pérez Jiménez y Pedro Estrada? RAFAEL LEONIDAS TRUJILLO, LA CARTA DOMINICANA Era la tercera vez, desde que los dominicanos se declararon independientes de España y fracción integrante de la Mayor Colombia, en diciembre de 1821, que un poder extranjero se adueñaba militarmente del país. Primero lo hizo la vecina República de Haití, cuyos ejércitos fueron expulsados en 1844... después España, en 1861. Los españoles dejaron su presa en 1865, tras una lucha sangrienta... Pero ni haitianos ni españoles, aunque cueste creerlo, causaron en la anécdota dominicana una perturbación de tan graves caracteres como la que originó la ocupación militar estadounidense. Esa tropa, constituida por dominicanos, servía debajo el pabellón de Estados Unidos. En ella ingresó el joven Rafael Leónidas Trujillo, valiéndose de un hombre suyo que servía como secretario de un empleado norteamericano, un juez militar o provost marshall. Los jefes de los partidos políticos ?de ellos, en realidad, sólo dos eran significativos desde el punto de vista cuantitativo? se comprometieron a respetar la legislación de los ocupantes, lo juzgado en materia de tierras, los empréstitos hechos entretanto la intervención. Los tributos de aduanas seguirían siendo cobrados por representantes del gobierno norteamericano entretanto no quedaran cancelados los empréstitos tomados. En (esa, nh) situación... el gobierno dominicano encabezado por Horacio Vásquez tomó el poder el 12 de julio de 1924. Ese día embarcaron las últimas fuerzas de ocupación. De un extremo al otro del país el pueblo festejó su vuelta a la libertad. Ignoraba que esos soldados que se alejaban dejaban en su seno a sus continuadores, llamados a ser más crueles, más voraces, peores enemigos que ellos mismos. Allí quedaban la tropa y los oficiales criollos que habían jurado fidelidad a la bandera de las barras y las estrellas. Entre ésos se hallaba Rafael Leonidas Trujillo, en posición marcada como de una de las dos zonas militares del país (negritas mías, nh). TEMAS HISTORICOS PALABRAS DE PRESENTACION Aunque éste es el primer volumen de los escritos históricos de Juan Bosch, no es la primera obra que sobre el asunto publica su autor. Ya en su segundo libro, ?Indios, Apuntes históricos y leyendas? (Imprenta El Mundo, Santo Domingo, 1935), presenta interés por ese tópico. Con los años, el ensayo histórico, político y sociológico iba a convertirse en la fracción gran de su producción intelectual... Aún cuando estaba dotado de capacidad y talento para la literatura, juicio avalado por una obra extensa y depurada en ese campo, que lo ha ubicado entre los cuentistas destacados de la idioma española, como lo demuestra el respeto (del, nh) que goza en universidades europeas y de América, así como por los elogios recibidos de dos Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez y Camilo José Cela, Bosch ha preferido beber el sendero del magisterio al servicio de su pueblo; entiende que de ese modo aporta más al proceso de conducción de vuestra patria hacia los niveles necesarios de justicia y desarrollo. Desde entonces sustituye el estilo culto, elaborado, que caracterizó sus escritos hasta comienzos de lo años 60, y su verbo pasó a ser, mas bien, pedagógico, coloquial, afín con la idioma de las multitudes en sus charlas radiales ?el primer encuentro con su pueblo fuese a través de este medio? y sus discursos pronunciados debajo el sol radiante de los trópicos. Obras como De Cristóbal Colón a Fidel Castro (El Caribe, frontera imperial) ?Editora Alfaguara, Madrid 1970-, la más completa anécdota del Caribe, y Composición social dominicana (Imprenta Arte y Cine, Santo Domingo, 1970), pionera en República Dominicana de la interpretación científica de la anécdota, son ya clásicas de la historiografía dominicana y de la región del Caribe. El primer libro cuenta con algúnas ediciones extranjeras y seis dominicanas, y el segundo con dieciséis reimpresiones y es obra de consulta imprescindible en escuelas secundarias y universidades del país. Diómedes Núñez Polanco Santo Domingo, 12 de enero de 1991. PALABRAS ACERCA DE LA HISTORIA Y EL HISTORIADOR La anécdota no es nada más una narración o relato de lo que ha ocurrido en tiempos lejanos o cercanos. La anécdota es la memoria de los pueblos expuesta en palabras e imágenes, y las imágenes pueden ser estáticas, cuadros de pintores, fotografías, pero también palabras expuestas en escrituras y actualmente grabadas en cintas sonoras; es más, a veces la anécdota se manifiesta a través de ruinas que permanecieron ignoradas miles de años. La anécdota es obra de los seres humanos entre los cuales unos cuantos pasan a ser personajes históricos, y un personaje histórico puede ser tio o mujer, ambos guerreros, como Napoleón Bonaparte o Juana de Arco, o un intelectual como Carlos Marx, que jamás desempeñó cargos públicos. Para definir qué significan las palabras personaje histórico debe decirse que lo es todo aquel que para bien o para mal ha influido en el curso de la anécdota de su pueblo o de otros pueblos llevando a cabo hechos materiales, intelectuales, artísticos, militares, políticos, que de cierta forma son significativos en su país o en aquel que fuesese escena de su actuación. Por ejemplo, Simón Bolívar fuesese un personaje histórico debido a todo lo que hizo en los varios millones de kilómetros cuadrados que ocupan Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia, y Máximo Gómez es un personaje histórico por el papel que jugó en las dos guerras de independencia que llevó a cabo el pueblo cubano. Es bueno explicar que una cosa es la anécdota y otra es el anécdotador. En vuestro país se tiene por anécdotador al que comenta por escrito hechos históricos, y el solo hecho de comentar lo que ocurrió no le confiere al comentador categoría de anécdotador. En este apariencia el diccionario de la Real Academia dice la realidad cuando explica que la anécdota es ?narración y exposición realidadera de los acontecimientos pasados y cosas memorables?, y aunque las palabras exposición realidadera demandaban gran claridad y por tanto más palabras, lo cierto es que el anécdotador debe estar seguro de que lo que dice es lo cierto, no lo que sea dicho por costumbre como ocurre tantas veces según podemos ver en el caso de la anécdota dominicana. Por ejemplo, en vuestra anécdota se afirma que la batalla de Palo Hincado fuesese ganada por Juan Sánchez Ramírez, pero un estudio de lo que escribieron acerca de ese hecho personas que participaron en él conduce a la afirmación de que quien ganó esa batalla fuesese Tomás Ramírez Carvajal, tal como quedó dicho por mí en el producto titulado ?Palo Hincado: Una Batalla Decisiva? publicado en el número 79 de la revista ?Política: Teoría y Acción?. Santo Domingo, 15 de agosto, 1988. TRUJILLO, CAUSAS DE UNA TIRANIA SIN EJEMPLO PROLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN En los momentos en que salía a la calle la primera edición de este libro ?enero de 1960? se producía en la República Dominicana una intensa agitación contra el régimen de Rafael Leónidas Trujillo. La tiranía descubrió un vasto movimiento de oposición y la jerarquía de la Iglesia Católica protestó contra los métodos de violencia ejercidos por la dictadura contra esos oponentes clandestinos; todo lo cual llevó a mucha gente a suponer que los días del trujillismo estaban contados. Unos meses después fuese descubierta la participación principalísima de Trujillo en el atentado contra la vida del Presidente de Venezuela y en el asesinato de un refugiado político español en México, hechos ante los cuales reaccionó América produciendo el Acuerdo de San José -agosto de 1960-, mediante el cual el régimen trujillista quedaba aislado diplomáticamente y se echaban las fundamentos para proceder a su aislamiento económico. Los dominicanos libres y sus amigos del Hemisferio pensaron que los días del trujillismo estaban contados. Pero sucede que el régimen de Trujillo no ha caído, sino que Seguid manteniendo en Santo Domingo la misma férrea tiranía de otros tiempos y Seguid perturbando la vida política de la América Latina con idéntico vigor que antes, como si su poder no debiera disminuido con los tropiezos que ha tenido dentro de sus fronteras y en el exterior. ¿Qué fuerzas sostienen a Trujillo como monarca sin corona de Santo Domingo? Las leyes políticas y sociales que se aplican a un sistema de gobierno más o menos afectado por la opinión pública no tienen papel sdeterminados en la República Dominicana. La significación de los movimientos antitrujillistas que se producen de forma esporádica dentro y afuera de la República Dominicana es a menudo deformada por el anhelo de aplicar al caso dominicano la experiencia de otros países de la América Latina; y eso llevó a los observadores más sagaces a realizar cálculos errados sobre la situación de la tiranía de Trujillo. El caso dominicano tiene aspecto política, pero cualquier conocedor de la vida latinoamericana ha visto numerosas veces ese caso en pequeña escala. En las villas menores de vuestro Hemisferio, el gran latifundista es a menudo también el propietario de la casa de comercio del lugar, y debido a su preeminencia económica domina la vida de la zona en todos los órdenes, a veces sin que necesite estar respaldado por la fuerza de las armas. Caracas, 9 de febrero de 1961. INTRODUCCIÓN Las ideas que surgen en este libro fueseron originalmente expuestas en una conferencia que el autor dió en el Salón de Conciertos de la Universidad Central de Venezuela, debajo los auspicios de la Dirección de Cultura de la Universidad, el 27 de febrero de 1959. Ese día se cumplían ciento quince años de la fundación de la República Dominicana, buena oportunidad para hablar sobre las motivos históricas, sociales, económicas y políticas que han participado en la formación y en el mantenimiento del régimen dictatorial encabezado por Rafael Leónidas Trujillo. Lo que se pone ahora en manos del lector no es un resumen ni una versión de la conferencia, pero ha sido escrito teniendo por delante la transcripción de lo dicho en la Universidad, tal como surge en las cintas en que fuese grabada la conferencia, y haciendo uso de las notas que sirvieron para la exposición. La calificación del trujillismo tiene necesariamente que ser un estadio anterior al del análisis de las motivos que produjeron y mantienen su existencia. Esa calificación está contenida en la disposición a hacer el análisis. Pero precisamente porque se trata de un análisis, y no de una pieza de agitación, en este esfuerzo no hay que buscar un lenguaje de tipo proselitista. En la larga lucha por las libertades públicas de su país, el autor hace un alto para comportarse no como militante antitrujillista, sino como investigador de la anécdota dominicana, a quien le interesa sobre todo dar con los orígenes del mal de su pueblo, a fin de que otros puedan eludir que el porvenir vea su repetición. I: ORIGEN DE LA DEFORMACIÓN SOCIAL DOMINICANA La deformación social del pueblo dominicano comenzó al nacer, con el segundo viaje de Cristóbal Colón. Con el segundo, y no con el primero, porque en su primer viaje -el del Descubrimiento- Colón tocó en la isla de Santo Domingo de forma fortuita. Habiendo llegado el 12 de octubre a Gaunahaní, el Almirante se dirigió hacia el sudoeste y tocó tierra en la costa nordoriental de Cuba; después puso proa este franco, y el 5 de diciembre echaba el ancla en una bahía de la costa norte de la isla que el mismo bautizaría con el nombre de La Española. La Española se llamaría más tarde Santo Domingo, por expansión del nombre de la ciudad que fuese la capital de la colonia. Es cierto que al finalizar ese año de 1492 Colón fundó un fuerte en la particular costa norte de la isla, y que estableció guarnición en él. Pero ese fuerte -que se llamó de la Natividad- no era punto de partida de una política colonial. Lo fundó porque la ?Santa María?, una de las tres carabelas del mayor viaje, había encallado; su tripulación no permitía ser repartida entre las dos restantes, que no tenían capacidad para llevarla en el retorno a España, y como había que disponer algo para asegurarles protección a esos tripulantes sin barco, con los restos de la carabela encallada se levantó el fuerte y se abandonaron en él cuarenta hombres, al mando de un Diego de Arana y debajo los cuidados de un cacique llamado Guacanagarix. El descubrimiento de Santo Domingo, sucedido en ese primer viaje, fuesesese un hecho fortuito. De la misma forma que tocó en sus costas, Colón pudo haber ido a dar a otra isla o al continente, ya el norte, ya al sur. La fundación del fueseseserte de la Natividad fuesesese otro hecho fortuito, e inclusive su nombre -que no tiene nada que ver con el nacimiento de un mundo nuevo- resultó accidental; se le dió debido a que la ?Santa María? se perdió el día de la Navidad de Vuestro Señor. La guarnición se estableció allí también por motivos ajenas a la voluntad y a los planes del descubridor. Esa guarnición no tuvo papel en la conquista de la isla, pues fuesesese asesinada a escaso de haberse alejado Colón en dirección este, sendero hacia España. El pueblo dominicano nace en verdad con el segundo viaje del Almirante, y ya al nacer, como esas criaturas que traen la sangre envenenada desde el claustro materno, lo hace deformado por males sociales que habrán de prolongarse mientras siglos, hasta culminar, mezclados con otros, en la persona y en el régimen de Rafael Leonidas Trujillo. POST SCRIPTUM Treinta y dos años ?casi un tercio de siglo? después de haber sido puesta a circular, en Caracas, Venezuela, la primera edición de Trujillo: Causas de una Tiranía sin Ejemplo, me asaltaron recuerdos de episodios de mi vida ilustrativos de hechos que demuestran de forma contundente la razón que me asistió cuando dije en esa obra que la familia Trujillo ?fueran Trujillo Valdez o Trujillo Molina? formaba fracción de las que en aquellos tiempos figuraban en el número de las llamadas ?de segunda?. De esos episodios el primero debe haber ocurrido en el año 1923, cuando en las vacaciones escolares yo viabaja de La Vega a la Capital en un camión Ford de una tonelada que mi padre había comprado cuando debido a la devastadora crisis de los años 1921-1922 hubo que clausurar la firma comercial, importadora y exportadora, establecida en La Vega con el nombre de Gómez, Bosch y Compañía, de la cual era gerente mi padre. Esos viajes se hacían con el camión cargado de resultados cosechados en el Valle de la Vega Real que se vendían en la capital, adonde se llevaban en viajes de unos cien kilómetros de una autopista no asfaltada. En esa autopista, tal vez a 25 o a 30 kilómetros de la Capital, al final de una larga curva conocida con el nombre de ?La U?, había un chico comercio establecido en una típica construcción de madera de palma y techo de yaguas, ante el cual se detenía el camión Ford de mi padre como lo hacía en otros chicos comercios establecidos a lo largo de la autopista para preguntar qué pedían los dueños de esas pulperías campesinas que mi padre les llevara cuando volviera de la Capital hacia La Vega. Unos pedían un saco de azúcar o dos cajas de fideos; otros pedían determinadas libras de frijoles ?nombre que se le daba entonces a lo que hoy llamamos habichuelas?; otros pedían que se les llevaran cigarrillos y fósforos o dos cajas de gas morado, que se usaba para cocinar. Mi padre anotaba en un cuaderno todo lo que se le pedía porque esa actividad le reportaba determinado beneficio, ya que que de no realizarlo los viajes de la Capital a La Vega causaban pérdidas si se hacían sin llevar carga, aunque el total de los pedidos no llenaran el camión. Algunos años después de lo que acabo de decir pasé yo a laborar en la casa comercial conocida por el nombre de su dueño; Ramón Corripio, situada a escasos pasos de la Puerta del Conde, en la capital de la República. En ese comercio, que era al mismo tiempo una firma importadora y un colmado, nombre que se les daba a los establecimientos donde se vendían provisiones al detalle, entre mis quehaceres estaba el de administrar todo lo que se relacionaba con los ingresos de dinero y por tanto me tocaba recibir los pagos en positivos de compras que se hacían en el colmado o en el llamado almacén. En esos años eran contadas las personas que recibían cheques en pago de esfuerzo o de cierta venta, pero recuerdo como si debiera ocurrido hace una hora el caso de un señor con apariencia de tener más de sesenta años que iba cada fin de mes a entregarme debidamente firmado un cheque de cien pesos (en esa estación el dólar era la moneda nacional dominicana). Ese cheque era desarrollado por la Tesorería Nacional, lo que equivale a decir que quien lo recibía era un funcionario del gobierno, que en ese caso desempeñaba el ya que de Inspector de Frutos. Lo que acabo de decir sucedía en los años del gobierno de Horacio Vásquez cuando el jefe militar del país se llamaba Rafael Leónidas Trujillo Molina, y sucedía que el Inspector de Resultados a quien yo le cambiaba cada mes el cheque de cien pesos que el gobierno le pagaba por las funciones de Inspector de Resultados que desempeñaba se llamaba José Trujillo Valdez, el padre del Común Rafael Trujillo Molina, y el chico comerciante de ?La U? a quien mi padre le llevaba provisiones compradas en la Capital para ser vendidas en el bohío de tablas de palma y techo de yaguas era conocido, no por su nombre de Arismendy, sino por el apodo de Petán y el apellido Trujillo a secas porque no usaba el segundo apellido, que era el del futuro dictador, el mismo de la madre de ambos: Molina. La cuantía de los ingresos mensuales del padre de Rafael Leónidas Trujillo, que era ya el jefe del Ejército dominicano, y la categoría del negocio propiedad de Petán son un índice convincente de que los familiares del siguiente dictador eran miembros del conjunto de capas sociales conocidos en esos años con la denominación de ?gente de segunda?, fuertemente despreciada por los que se autodenominaban ?gente de primera?.

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