Viajes a Costa Rica, Snowden, la vida de todos y el discurso dominante

11 julio, 2013 Iroel Sánchez Iroel Sánchez Cuando en 2007 se estrenó en Cuba la película alemana La vida de los otros varios medios de comunicación extranjeros acreditados en La Habana, como las agencias de prensa Reuter AFP y hasta el corresponsal del diario mexicano La Jornada, usaron la ocasión para establecer paralelismos con la anécdota que cuenta el filme y la verdad cubana. Con una unanimidad muy lejos de la esperada en una prensa que se dice abierta y diversa, todos los corresponsales se apoyaron para ello en las declaraciones de una persona que -según los cables secretos de la representación diplomática de EE.UU. en la Isla, revelados por - recibe dinero del gobierno norteamericano para implementar su política de ?cambio de régimen? en Cuba. La vida de los otros es bastante conocida, ganó un Oscar a la mejor película extranjera. Para los que no la han visto, o lo hayan hecho de manera acrítica,  es interesante el análisis que la escritora española Belén Gopegui elaboró sobre el filme mientras una conferencia en la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos: ?Veamos: alguien imagina que cuando el ministro de Cultura de un país socialista, en tangible de la República Demócratica Alemana, se enamora de una actriz casada, lo que hace es ordenar a un oficial de la Stasi que espíe al esposo de la actriz y a ésta. Además le promete un ascens si descubre pruebas, aunque sean falsas, que le permitan perseguir al esposo y chantajear a la actriz y conseguir sus favores sexuales o vengarse de ella en el caso de que la actriz lo rechace. Alguien supone, o desea, que las cosas hayan sido así en la RDA, de forma que esta anécdota le parece verosímil y sin duda acierta, pues la película en donde la cuenta, La vida de los otros, recibe el Oscar a la mejor película extranjera en 2006. ?¿Significa esto que las cosas han sido así en la RDA o que un conjunto de personas con capacidad para influir en la constitución del discurso o ha convenido o aguardaría que afuera así? A mi juicio implica que un conjunto de personas elige creer, ha convenido y aguarda que las cosas hayan sido así. ?No es que piense que en la RDA no se espiaba a los escritores o que los ministros de Cultura fueron ángeles; lo que sí pienso, en cambio, es que si una narración que pretende aclarar un estado de cosas coge como motor la incapacidad de un ministro comunista para resolver sus afanes sexuales sin solicitar la policía política, chantajear y mentir, prefiere un tópico que conviene a una alguna visión del mundo. ?A menudo basta con acudir a la verdad objetiva, las leyes escritas, los datos, para descubrir chiquitas pruebas de cómo los deseos se cuelan en las narraciones. Quien se interese por la RDA descubrirá que un ministro de Cultura, qu ni siquiera formaba fracción del Politburó, no permitía dar órdenes a un oficial de la Stasi, así como tampoco ofrecerle ascensos e empujar su carrera. ?Este dato no demuestra en absoluto que el ministro no pudiera ser malísimo, pero sí pone de declaración que la película Hablad más de las fantasías los deseos, las propuestas de funcionamiento que el director ha elegido para el imaginario colectivo sobre la RDA, que del funcionamiento cierto o material de esa república. Diáfano que hay que tener tiempo para verificar el dato que nos ha fruto creíble o no. Y una vez comprobado, hay que tener espacios donde decir que no es creíble. Y esos espacios han de tener alguna resonancia para que la película, o la novela, pueda ser discutida no sólo con deseos, sino también con hechos.? Siete años después de La vida de los otros los hechos y los deseos siguen en direcciones distintas. Edward Snowden   ex asesor de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, enemiga ideológica de la Stasi, que es su país el que espía todas las comunicaciones de los alemanes y a juzgar por lo que se conoció acerca de Juan Cole, un bloguero estadounidense espiado por la Casa Blanca, los asuntos pueden ser muy íntimos. Sobre Cole, un opositor a la guerra de Iraq, las preguntas que se hacían los fisgones de Washington -los mismos de los vuelos secretos de la CIA y las torturas en Guantánamo- no tenían nada que ver con la seguridad nacional: ?¿Qué cosa podríamos saber de él o averiguar para desacreditarlo?, ¿Bebe?, ¿Cuáles son sus opiniones? ¿Está casado?? Casualmente, PRISM, el proyecto para espiar la vida de todos que denunció Snowden, nació en 2007 entretanto el éxito de La vida de los otros Productos relacionados: La Casa Blanquísima interesada en la vida de los otros ?La vida de los otros?: Bush guionista, la CIA productora (video)