object "100%81" El martes día 20/12 decidimos colocar fin a vuestra estancia en Chiang Mai y rumbo hacia Pai. Dicen se trata de un agradable pueblecito de ambiente hippy que está ubicado en un valle rodeado de montañas. Lo que no conocemos es que llegar hasta este espacio de ensueño será una auténtica pesadilla. Por una pequeña diferencia (menos de 1?) decidimos viajar en mini bus. Nos vendrán a buscar a vuestro alojamiento y nos llevarán directos a vuestro destino. No sólo ahorramos en tiempo si no que, supuestamente, ganamos comodidad. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El mini bus tiene 13 plazas más la del conductor. Ya empezamos mal ya que que nos tocan los 2 asientos de detrás que, además, deberemos recurso compartir con el equipaje de todos los pasajeros. Para continuar, vuestro conductor se cree que es Alonso-Thai. No soporta la idea de tener ningún coche delante suyo por lo que se dedicará, mientras todo el trayecto (algo más de 2 horas y media), a hacer unos adelantamientos acrobáticos que nos mantendrán, todo el tiempo, pálidos, desencajados y con el corazón en un puño (no nos da tiempo a recuperarnos de un susto que ya nos hemos llevado otro!). Entre la velocidad y el estado de la autopista poseo la sensación de tener un puerto en el trasero, no paro de dar botes. Y si a esto se le añaden las curvas de los 2 puertos de montaña que nos toca cruzar, poseemos también la sensación de ir en una barca. Efecto puerto y resultado barca simultáneamente son una mezcla explosiva. Curva si y curva también, Fran deberá luchar contra la avalancha de maletas que se le vienen encima. Y cuando no son las maletas, soy yo que ando limitada de manos para poderme sujetar. El paisaje debe ser espectacular pero lo pasamos a una velocidad tal (por no referir de nuevo todas las adversidades) que apenas podemos disfrutar de él. Soy incapaz de leer ni un solo cartel. De saberlo, hubiese preferido infinitamente viajar en un bus regular: posiblemente bastante más destartalado y mucho más lento pero también más espacioso y estable. Menos mal que Tosca nos ha suavizado un escaso el viaje. Por más que los escucho, no dejan de tener un resultado relajante que, en esta ocasión, agradeceremos especialmente. Eso sí, hay que decir que nada más divisar Pai, se nos olvidarán todos los males. Ha merecido la pena ya que se aproxima mucho al paraíso.
Soğuk Güneş Bölüm 2
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Hayata geç kalmak diye bir şey var mıdır? Bir türlü kavrayamadım ben şu geç
kalma işini. Eğer yaşıyorsam hayattayım demektir ve hiç bir şeye geç
kalmamışım...
Hace 8 años
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