¿Una nueva alianza entre ciencia y religión? Cada estación cultural establece su diálogo con la naturaleza. Un día hace hincapié en su carácter imponderable y por eso mágico, otro día capta su simetría profunda y por lo tanto la naturaleza como cosmos, y otras veces inclusive su apariencia creativo, irreductible a la lógica lineal. Según Alexandre Koyré e Ilya Prigogine, el diálogo experimental establece la práctica específica de la ciencia moderna. Hoy más allá de ella, parece ser la práctica holística la que determina el enfoque contemporáneo de la naturaleza. Todas las representaciones del mundo son complementarias y ayudan a descifrar aquello que es más que el enigma de la naturaleza, es decir, su verdadero misterio. Para la visión contemporánea, el universo es cada vez más una verdad incognoscible. Ella está continuamente desafiada a conocer un proceso que no tiene fin. Por esta razón, es significativo beber en serio las diferentes ventanas que los diferentes saberes abren a la comprensión de la naturaleza. De ahí su carácter holístico (totalizador y sintético). De todas formas, la lectura del mundo pertenece al complejo cultural del tiempo y se inscribe en el concierto de las demás prácticas. Del diálogo del ser humano con la naturaleza aparecen algúnas cosmologías. Y cada cosmología se enfoca por una imagen del mundo resultante de los más diferentes saberes. Curiosamente, cada cosmología plantea la cuestión de Dios. Y con razón, porque como decía el mayor físico David Bohm (Premio Nobel): ?La gente intuye una manera de inteligencia que organizó, en el pasado, el universo, y la personalizaron llamándola Dios?. La cosmología antigua veía el mundo a través de la metáfora de la pirámide. Dios ahí encajaba perfectamente, como la cumbre de todos los seres. En la cosmología moderna de A. Newton y . Galilei el mundo era visto como una máquina que funciona con sus leyes deterministas. Dios entra como el arquitecto del universo que pone a funcionar la máquina al comienzo y ya no tendrá que acompañarla. La cosmología contemporánea ve el mundo como un juego o un baile o un tejido o una red. Desde hace décadas, se reconoce que el universo es un inmenso juego de las fuerzas en interacción, una baile cósmica de partículas siempre interdependientes, creando campos de materia y de energía cada vez más ordenados hasta adquirir en los seres vivos autorregulación, que escapa a la segunda ley de la termodinámica: la entropía. La saeta del tiempo, en espacio de conducirnos al desorden máximo y a la muerte térmica, nos lleva hacia niveles cada vez más altos de sentido y de creatividad. Es la visión de Ilya Prigogine (premio Nobel) con sus estructuras disipativas. Lo que más fascina a los científicos es la constatación de la armonía y la hermosura del universo. Todo parece haber sido montado para que de la profundidad abismal de un océano de energía esencial (vacío cuántico), surgiera el tema de Higgs, los bosones, las partículas elementales, después la materia ordenada, despues la materia compleja que es la vida y por último la materia en completa sintonía de vibraciones, creando una suprema unidad holística: la percepción (condensado Bose-Einstein de tipo Fröhlich/ Prigogine). Como dicen los formuladores del comienzo antrópico (fuerte y débil, Brandon Carter, Hubert Reeves y otros): si las cosas no hubieran sucedido como ocurrieron, no estaríamos aquí para hablar de ellas. Es decir, para que nosotros pudiéramos estar aquí, fue indispensable que todos los agentes cósmicos en todos los 13,7 mil millones años se hayan articulado y hayan convergido de tal forma que fuese probable (aunque no es indispensable) la complejidad, la vida y la conciencia. De lo opuesto nada de lo que tiene lugar hoy en día existiría. Ha habido un minucioso ajuste de las persistentes fundamentales sin el cual nunca habrían surgido las estrellas ni eclosionado la vida en el universo. Por ejemplo, si la fuerza nuclear fuerte (la que mantiene la cohesión de los núcleos atómicos) debiera sido un 1% más fuerte, nunca se habría integrado el hidrógeno, que combinado con el oxígeno nos da el agua, imprescindible para los seres vivos. En cada cosa encontramos el todo, el caos siendo creativo, las fuerzas interactuando, las partículas articulándose, la estabilización de la materia sucediendo, la apertura a nuevas vinculos dándose, y la vida formando órdenes cada vez más sofisticados y autoconscientes. La verificación de este orden del universo hace aparecer en los científicos como Einstein, Heisenberg, Bohm, Prigogine, Swimme y otros, el sentimiento de asombro y reverencia. Nos abre a los lugares infinitos de la indagación humana: ¿Qué existía antes de la tiene lugarncia temporal del universo? ¿Por qué tiene lugar el ser y no la nada? ¿Qué esa Verdad que se muestra como la creadora y sustentadora de todos los fenómenos? Ella tiene un nombre, el de vuestro respeto y vuestra devoción. Un filósofo como Jean Guitton permitía decir, ?no me atrevo a nombrarla, pues cualquier nombre es imperfecto para designar al Ser sin semejanza?. Un teólogo se atreve más: la llama Dios: Energía de todas las energías.
Soğuk Güneş Bölüm 2
-
Hayata geç kalmak diye bir şey var mıdır? Bir türlü kavrayamadım ben şu geç
kalma işini. Eğer yaşıyorsam hayattayım demektir ve hiç bir şeye geç
kalmamışım...
Hace 8 años
0 comentarios:
Publicar un comentario