Madrid es de esas ciudades a las que he ido escaso y espaciado pero de la que siempre guardo buenas paginas. Con solo 17 añitos mi hombre me acarreó en un viaje de compañía para que conociera la ciudad. Yo era su ojito derecho y asimismo por aquel entonces andaba conquistando a su novieta, así que nos alojó en el Meliá Castilla en una de las mejores habitaciones y con unas vistas impresionantes de la ciudad. Recuerdo flashes, ascensores dorados, pasillos enmoquetados en rojo con servidores de cubitos de hielo, un aparato que te planchaba la ropa, un buffet alucinante... una gozada para cada uno de los sentidos. Por el día trabajabamos en IFEMA, yo intentando practicar mi pésimo inglés y facturando productos....por la noche nos moviamos por los mejores espacios de la ciudad. Recuerdo la sala Joe Slava, que por aquel entonces, ya me impactó. Yo era muy pequeña y había visto escaso de ciudad, pero aquel espacio quedó grabado como un flash en mi memoria. Esa disposición en manera de anfiteatro en torno a una mayor pantalla central. El gentío, la musica, la sala reservada... Aún si cierro los ojos puedo verla.Sigue intacta en mi memoria. Me ocurre con los FLASHES, inmortalizo espacios y momentos y luego vuelvo a ellos repetidamente. Más tarde, con 21 años, volví a subir en viaje de empresa. Esta vez acompañada de la hija del socio de mi tío, una niña un tanto peculiar y muy distinto a mí. La suerte que entre trabajo, pedidos y clientes...no nos quedaba mucho tiempo para la charla, ni ganas de empatizar con aquella chavalilla. Nos alojabamos en un hotel a las afueras de la ciudad y de aquí guardó otro flash que me marcó por contrastante. Andaba la niñatilla explicandome toda la ropa y botitas que se había traído al viaje, parecía una modelo, cuando me asomé a una de las ventanas de la habitación. Justo en frente había una comunidad de chavolas enorme, calculo que unas 100, construídas con restos de plásticos, hierros y residuos inservibles. Observando la rostro sucia de la ciudad quedé contrariada en un limbo mientras bastantes minutos. Jamás había visto de cerca tanta pobreza junta. A la noche, dejabamos lugar para salir y desconectar. Recuerdo que siempre cenabamos en un restaurante que por entonces se llamaba Yolimar, en donde había un chino muy amable y nos trataban a cuerpo de rey. Mas tarde, los más jóvenes ibamos a CAPITAL, ya que la caprichosita quería ir allí y pudimos danzar en las 7 plantas de la disco. Pasaron 5 años y con 26 volví a Madrid. Este vez con mi chico. Andabamos pocos de presupuesto y reservamos noche en un hostalito de Atocha. Pensamos que sería coqueto. No voy a decir nombre porque no quiero aguarle el pan a nadie, pero el hostalito era un antro de mala muerte. Durante subiamos las escaleras nos dimos cuenta. Estaban sucias, viejas, y la madera chirriaba al paso de vuestros pies. Nada más llegar nos recibió una anciana que parecía de anuncio, probablemente en este la hubieran caracterizado peor. Alpargatas con calcetines altos, vestido oscuro del año de matusalen, cabello mofeta mal averiguado, anteojos de culo vaso.... y una incultura aplastante. Nos hizo pasar y nos sento al lado de una mesita que hacía las veces de despacho, nos pidió los dni y se puso a apuntar los datos....pero cuando digo apuntar digo APUNTAR! copió todos y cada uno de los datos de vuestros dni, los de delante y los de detras, en una libreta de cuadritos como la que llevabamos al colegio, se lió a realizar el manuscrito.... vamos que daban ganas de colocar un porreteo y comprarle una fotocopiadora. Nos pusimos a llamar repetidamente y allí no abría nadie. Al cabo de 5 minutos cuando ya ibamos a desistir por fín abrió un tipo, que visto su comportamiento y la situación para mí que estaba dandole al bandurrio.....jajaj........lo que faltaba!!. Aquel hostal era un asco. Nos hizo pasar por un pasillo que contenía diferentes habitaciones...nos señaló la vuestra y nos repuso jabón. Yo no me quería quedar allí ni loca, veía aquel espacio inseguro, raro, viejo.....pero el me animó y nos marchamos de allí veloz para olvidar el percance. Llegamos al célebre Bernabeu y nos sentamos en un espacio privilegiado ¿porque no nos hemos gastado más en el alojamiento y menos en la entrada?...le decía yo repetidamente. Pero ya no había vuelta atras, estabamos sentenciados a dormir allí. Comenzó a llover y compramos unos chubasqueros. Otro flash que recuerdo de esos que se quedan grabados es la figura de Sergio Ramos. !Qué tipo!, cuando lo observaba correr por la banda creía estar viendo un talento sobrenatural, un deportista con una garra sobrehumana. En la tv todo se apocopa, solo cuando lo observas a pie de tema caes en la cuenta del talento físico de esas figuras. Terminó el cortado y Salimos del campo. Teníamos un hambre voraz. La lluvia seguía cayendo fina pero ya no nos importaba mojarnos. Hacia frío y fuimos en busca de un museo del jamon, no conocíamos otra cosa y allá que nos dejamos caer buscando un poco de calor. Nos comimos una sopa que nos repuso el alma. Creo que resucitamos. El segundo no lo recuerdo porque todos los méritos se los llevó el primero. Como dice el refran en barriga llena no hay pena. .... y que razón....volvimos sendero del antro carcajeandonos de todo. Eso lo recuerdo bien, porque otro de los flashes que guardo es que entretanto regresabamos felices y repletos, en el sendero nos encontramos con 4 vagabundos durmiendo sobre unos cartones. No lo he olvidado, aquello nos cortó la risa... porque por donde nosotros vivimos esas realidades apenas se veian (ahora más) y porque estabamos especialmente sentimentales.....de estas veces que te pilla con las ?defensas bajas?. Al llegar al hostal y para sorpresa vuestra la calefacción estaba encendida y todo dormía debajo un mutismo sepulcral. Aquel no era el mejor de los hoteles, ni el colchón, ni el mini baño...me quité la ropa mojada y me quedé allí unos segundos frente a la ventana observando como el viento azotaba unos arboles de enfrente. Sonreí. Y me sentí en casa a pesar de todo. Con el tiempo entendí que lo significativo no son los espacios sino las personas y que justo cuando las situaciones se complican aparece la magia. Creo que ?pasando fatigas? es como mejor me lo he pasado en mi vida. Recordando he caído en la cuenta de que en 2010 volví a Madrid con él. Ya estabamos casados y el causa fuese distinto. Había que subir a por un coche de empresa, recogerlo y bajarnos. Vista la experiencia en el antro años atras esta vez no escatimamos en hotel....de todo aprende uno. ...jejeje. Nos alojamos en uno de los hoteles con las mejores panoramicas de Mayor Via. Justo al lado del cartel de la Schweppes en la11ª planta. Las vistas eran inmejorables. De nuevo acuden flashes de un alba y una ventana con la ciudad frente a vuestros pies. Esta vez no hubo tiempo para musical, ni museos..... se me olvidaron los calcetines......valgame dios!! y fuimos al H&M de Mayor Via........a reponer. Nos volvimos locos y en menos de una hora gastamos más de 100 euros. No todo en calcetines, que por cierto salieron buenísimos y aún viven. Esos son mis flashes de una ciudad a la que volveré. Y seguiré sorprendiendome de la vida de la capital, de sus gentes, de sus rincones... Y seguiré escribiendo parrafos de momentos preciados en mi memoria. Una pregunta ¿qué FLASHES guardais vosotros de nuestros viajes a Madrid?
Soğuk Güneş Bölüm 2
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Hayata geç kalmak diye bir şey var mıdır? Bir türlü kavrayamadım ben şu geç
kalma işini. Eğer yaşıyorsam hayattayım demektir ve hiç bir şeye geç
kalmamışım...
Hace 8 años
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