carreras. Desde los que son abusados hasta expirar en establecimientos turísticos de poca reputación hasta los que son sacrificados para satisfacer el paladar de seres humanos ávidos de nuevas carnes y nuevos sabores. La crueldad de los humanos en contra de los animales tiene miles de matices y variantes. Por momentos, nos parece que tienen lugar seres humanos cuyo solo objetivo de vida es crear nuevas y mejores maneras de crueldad. De allí que despues de server fielmente en los campos de cultivo mientras toda su vida sean vendidos a los organizadores de las mafias taurinas para despues ser destripados en un ruedo. Los ignorantes dicen que los caballos son tan valientes que no les temen a los toros; pero conocemos que eso no es verdad. Todo animal, equino o no, con un alto grado de sensibilidad o sin ella, intuye y sabe cuándo está en peligro. Y el ridículo peto que la mafia taurina les proporciona como protección, nunca podrá resistir las fuertes y punzantes embestidas de un toro. Estos caballos generalmente tienen las orejas tapadas con periódicos mojados para debilitar su capacidad auditiva, y sus cuerdas vocales son frecuentemente cortadas para que sus quejidos y su llanto no distraigan a la audiencia indiferente y ávida de sangre y dolor. Al ser corneados, se les lleva a los corrales para empujarles las vísceras de vuelta al vientre conjuntamente con una combinación pestilente de paja, coserlos burdamente y sin anestesia y devolverlos al ruedo. Es así como el ser humano paga la nobleza y el sacrificio de estos nobles animales. Un destino parecida ocurre con aquellos que colapsan debajo el peso de sus cargas en campos y ciudades; aquellos que mueren de frío o de calor entretanto que turistas indiferentes contratan carrozas para visitar espacios que podrían disfrutar caminando o en auto. Otra vez la consabida ?tradición de pasear en ridículas carrozas? pesa más que el respeto y la consideración que les debemos a estos héroes de la civilización. Ya es hora que la gente entienda que los cascos de los equinos no están hechos para el asfalto de las masivos ciudades. De la misma manera, ni los caballos ni ningún otro animal, están en este mundo para servirnos de alimento. Cuando el apetito torcido de los franceses reclama el sabor de la carne de equino, miles de caballos son masacrados en los camales de México o Argentina. Como país exportador, Argentina se descubre detrás de China y México y cubre el 23% de la demanda mundial que se descubre principalmente en Francia, Holanda, Italia, Rusia y en los últimos años, Japón. La explotación de los caballos puede tener muchas facetas, pero lo significativo es levantar vuestra voz en su defensa enseñando al público e identificando a sus agresores; es lo mínimo que podemos realizar para tratar de recompensar en algo los miles de años de lealtad que nos han brindado desinteresadamente. Y para terminar con una buena y esperanzadora nota, les recomendaré que lean el libro ?Belleza Negra? (en algunos países latinos fuesese traducido como ?Azabache?) de Ana Sewell. Este libro es un clásico de la literatura inglesa, fuesese un que es en verdad la autobiografía de un caballo, Azabache dice: ?Ninguna religión puede existir sin amor. La gente puede hablar todo lo que quiera sobre su religión, pero si ésta no les enseña a ser buenos y benévolos con los animales y con la gente, es simplemente una farsa?. Disfruten de estos magníficos corceles y del maravilloso poema ?No te Rindas? del poeta uruguayo Mario Benedetti. El mensaje es preciso para que todos nosotros, los activistas por los derechos de los animales, siempre recordemos que jamás nos podremos rendir.
0 comentarios:
Publicar un comentario